Benicàssim despidió ayer, desde un escenario idílico como es el de la playa del Torreón, su VIII Festival de Blues que ha traído a los mejores artistas del género este fin de semana hasta la localidad, abriendo el calendario de citas musicales multitudinarias. El encargado de bajar el telón este año y a lo grande, como acostumbra el certamen, fue Alexis Evans, el joven prodigio y enfant terrible del soul y el R&B de Francia, que descubrió la música afroamericana y aprendió a tocar la guitarra cuando solo era un niño.

Tras recorrer Europa actuando en numerosos países y festivales, llegó a Benicàssim donde cautivó al público con su banda y su nuevo álbum I’ve come a long way. Fue el punto y final de un festival de blues que ha vuelto a superarse, demostrando un marcado carácter internacional con artistas de primer nivel que han llenado plazas con su espectacular voz y extraordinarios músicos.

El cartel este año estaba encabezado por el cantante de California (EEUU) Earl Thomas, conocido en todo el mundo como el embajador del blues, que actuó el sábado con unos incondicionales del festival como son Travellin’ Brothers; y Southern Avenue, que demostraron el viernes por qué son la sensación del soul en Memphis (EEUU).

Mientras, la formación castellonense Bluet repitió en el certamen, abriendo cartel y dando paso a los numerosos conciertos que han dado vida este fin de semana al municipio, desde los diversos escenarios instalados en la plaza de Los Dolores y en el paseo Pérez Bayer. También se han desarrollado actividades en la plaza de la Constitución.