En los nuevos episodios de 'Better call Saul', Jimmy McGill ejerce ya como Saul Goodman, el abogado amoral, sarcástico y vendemotos que robó escenas en 'Breaking bad' desde la segunda temporada. Se consolida una transformación explicada con casi más aliento trágico que comicidad por una serie ejemplar, en la que cada plano tiene un sentido y cada palabra pesa. La creación de Vince Gilligan y Peter Gould reveló el amplio margen de registros de todo un experto en asuntos de comedia: Bob Odenkirk. Con él hablamos de la quinta temporada de 'BCS', desde el lunes, día 24, en Movistar Series.

En esta temporada Jimmy ya trabaja como Saul. ¿Tarda mucho en ajustarse a su alter ego?

No, no en realidad. Ahora cree tener una visión clara del camino a seguir. En casa será Jimmy, mientras que al trabajar será Saul. Es como ha querido compartimentar su existencia; es un modo de no sentirse tan mal consigo mismo, en cierto modo. Se siente con energía, con una confianza positiva en el futuro.

¿Cuáles eran sus expectativas más realistas sobre 'Better call Saul' cuando el proyecto empezó a desarrollarse? ¿Esperaba que, al final, fuera a ser incluso un poco más larga que 'Breaking bad'?

No, nunca pensé que fuera a ser algo tan importante. En un principio, 'Breaking bad' era la serie grande, y nosotros íbamos a ser solo una nota al pie, un pequeño complemento… Al final tendrá, si no me equivoco, un episodio más en total [63; la sexta y última temporada será de trece episodios].

Saul Goodman llegó a 'Breaking bad' como relieve cómico, y 'Better call Saul' iba a ser, apropiadamente, una telecomedia, una especie de versión judicial de 'M.A.S.H.'. ¿Qué pensó cuando Vince Gilligan y Peter Gould le propusieron llevar el proyecto en una dirección más dramática?

Fue todo bastante gradual; de hecho, casi podría decirse que dimos con la serie por el camino. En el principio iba a ser una comedia de media hora. De ahí pasamos a intentar un drama de abogados de una hora, pero con bastantes bromas. Sin embargo, una vez empezamos a rodar vimos que podíamos explorar una gran cantidad de variables cómicas y dramáticas, todo un espectro de tonos emocionales. Dimos con la serie poco a poco, paso a paso. Pero ya desde el principio supe que no iba a ser lo que todos se creían.

Por entonces, ya había rodado películas dramáticas como 'Aquí y ahora' o 'Nebraska'. ¿Ni siquiera así se sentía preparado?

Entre las primeras escenas que rodamos, estaba aquella en la que Chuck [Michael McKean] pedía a su hermano Jimmy que no usara el apellido familiar para trabajar como abogado; a su socio Howard Hamlin no le hacía gracia. Yo le preguntaba, "Chuck, ¿de qué lado estás?". Era de lo más duro que había interpretado nunca, si no lo más duro. En esos momentos, solo puedes tratar de rendirte a la emoción. Buscarla en algún sitio de ti mismo y rendirte a ella.

Saul se ha convertido en antihéroe de una serie realmente emotiva. Su relación con Chuck fue una fuente infinita de momentos dolorosos.

Mucha gente lo piensa. Quizá porque todos tenemos a alguien, un hermano mayor, un padre o un marido, de quien buscamos la aprobación sin éxito. Pasado un tiempo, sabes que nunca lo lograrás, y eso duele.

Pero también su relación con Kim está cargada de emoción triste. Conocer ya el futuro de Jimmy, lejos de quitar interés a la serie, sirve para que toda ella gane gravedad y un aire casi elegíaco.

Ella no aparecía en 'Breaking bad', pero la pregunta es si ya no existía en el mundo de Jimmy o, simplemente, no existía. O algo malo pasó entre ellos o algo malo le pasó a ella. Yo, sinceramente, todavía no sé qué sucederá. Cuando le doy vueltas, me decanto por pensar que ella salió de la vida de Jimmy por voluntad propia. En algo punto decidió no seguirle el juego, no aguantar sus ocurrencias.

"Todos tenemos a alguien, un hermano mayor, un padre o un marido, de quien buscamos la aprobación sin éxito"

Entre finales de los 80 y principios de la década pasada, su especialidad había sido la comedia. Era de esos tipos que hacen reír con solo poner el pie en una habitación. Ahora le buscan para hacer llorar, como en 'Undone' y 'Mujercitas'.

'Undone' es una serie de la que estoy muy orgulloso. Dentro de poco entraremos a rodar la segunda temporada. Mi personaje en ella es muy complicado, y no se sabe bien si trata de ayudar a su hija o si solo le hace la vida más complicada. Tratamos cuestiones de salud mental, afectos, empatía… Es una serie importante.

¿Y cómo le sintió interpretar al buen, muy buen padre de las hermanas March tras pasar tanto tiempo con un personaje tan ambivalente como Jimmy/Saul? ¿Resultó balsámico?

Es agradable, desde luego, encarnar a alguien que se preocupa por los demás. Saul es un poco un mercenario. Pero lo más estimulante para un actor es interpretar a estos personajes ambivalentes, que pueden ser miserables un momento y decantarse hacia la bondad al siguiente.

¿Cuándo volverá a la comedia de sketches?

Todavía no lo sé… ¡Sé que haré comedia, eso seguro! Es algo que necesito en mi vida. Me sigue pareciendo un lenguaje esencial y fascinante.

¿Con qué se ríe Bob Odenkirk?

Me gusta mucho 'PEN15'; adoro esa serie. También siento devoción por todo lo que hace Tim Heidecker, uno de los cómicos más brillantes de su generación.

Después de 'Better call Saul', ¿qué futuro espera a Jimmy McGill? ¿Estaría abierto a una secuela en forma de película como 'El Camino'?

Si la escribieran Gould y Gilligan, la haría. De hecho, haré cualquier cosa que escriban ellos dos. Pondré esto por escrito y lo firmaré.