¿Qué tiene el chocolate que engancha, enamora, une, entretiene, y cura? La respuesta la dio ayer el grupo AmorDiscos, que puso en escena Cacao, «musical de ritmos de los años 60, 70, 80 y 90», como lo definió Paqui Toledo, de Huellas Callejeras, protectora de animales a la que se dedicó la recaudación de la función.

Una dulce propuesta que tuvo como escenario el Palau de la Festa, que recibió a más de 400 espectadores y fueron testigos de una historia de amor y positivismo, en la que los protagonistas, Eva y su inseparable amigo Carlos, que derrochan energía a raudales, se ven comprometidos ante la aparición de Adam, un misterioso caballero inglés que sabe jugar con los sentimientos.

Una trama argumental en la que se mezcló el amor, el drama, el humor, y la tragedia, acompañada de la mejor música y las canciones para bailar y emocionarse, no solo a los protagonistas del argumentario, sino a todo el público que no pudo evitar las lágrimas en una apuesta por la generación de emociones.

Más aún cuando el carácter solidario de la iniciativa ensanchó la generosidad de los castellonenses. AmorDiscos y el Ballet Gabriel Amador pusieron toda la carne en el asador para hacer efectiva una acción escénica que triunfó en recinto de la calle Río Sella. Toledo agradeció a los patrocinadores, colaboradores y voluntarios su ayuda para el éxito del vibrante musical.