Vinarocense universal. Transgresor y multidisciplinar. La Fundación Caja Castellón, con la colaboración de la Diputación de Castellón, la UJI, la Fundació Caixa Vinarós y galería Cànem, evoca la prolífica obra de Carles Santos, vanguardista y siempre crítico, sin perder de vista su faceta como investigador de las artes escénicas, con el objetivo, un año después de su fallecimiento, de reconocer la trayectoria y personalidad extraordinarias de este artista irrepetible, imprescindible, y un creador integral.

La sala San Miguel, antigua iglesia en la castiza calle Enmedio, acoge desde ayer y hasta el 28 de febrero una exposición «íntima y personal» del Santos «más desconocido y transversal, más auténtico, cuando se cumple el primer aniversario de su fallecimiento». Un Carles Santos al desnudo.

Es imposible definir su personalidad artística. Fue un creador que rompió todas las fronteras a través de un universo renacentista. Músico de formación clásica, desde 1978 y hasta 2017 se dedicó exclusivamente a la composición e interpretación de su propia obra. Pero, además, crearía una serie de obras que por sus características pluridisciplinares se encuadran en el ámbito teatral.También se aventuró en el mundo de la imagen, dejando un considerable legado de grabaciones que completaría con su trabajo como compositor de música cinematográfica y guionista.

A toda esta labor se le añade su corpus poético, el diseño, la obra gráfica, y todo medio en el que pudiese encontrar un vehículo de expresión de su creatividad, realizando un recorrido que va desde la acción y la performance hasta el espectáculo musical. Hay que recordar las composiciones de eventos como las fanfarrias de las ceremonias olímpicas y paralímpicas de Barcelona ’92, la Bienal de las Artes y la versión escénica de la cantata El adiós de Lucrecia Borgia, entre otras. (Más información en Quaderns).H