El cine español se vistió de tiros largos para celebrar la gran fiesta de los Goya, que tuvieron lugar anoche por primera vez en Málaga, en una cita en la que la castellonense Carmen Arrufat se quedó sin el galardón, que fue para la octogenaria Benedicta Sánchez. A la hora de cierre de esta edición, la 34ª edición de los premios de la Academia del Cine Español debía todavía repartir los galardones principales, que según los pronósticos deberían recaer en Dolor y gloria, de Almodóvar, Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar, y La trinchera infinita, de Jon Garaño, José María Goenaga y Aitor Arregi. Los Goya a mejor montaje y mejor guion original hacían que la magnífica obra confesional del genio manchego tomara cierta ventaja, aunque lo gordo quedaba todavía por decidir. En todo caso, no se conocía la suerte de los otros dos castellonenses Fernando Bovaira y Gustavo Ferrrada.