Antes de acabar el año». Es el plazo que se ha marcado el director general del Institut Valencià de Cultura (IVC), Abel Guarinos, para designar un gestor para Castellón. Lo dijo ayer en la presentación del primer espectáculo coproducido por el IVC, Biblioteca de ruidos y sonidos, que se estrena en el Paranimf el viernes, junto al vicerrector de Cultura de la UJI, Wences Rambla; el jefe de programación del campus, Toni Valesa; y los autores, José Antonio Portillo y Enric Monfort.

Mientras que el conseller, Vicent Marzà, aseguró en junio que el delegado territorial del IVC estaría «a finales de verano», plazo que no se ha cumplido, Guarinos destacó ayer que «este es un proceso burocrático lento». «El 30 de septiembre el pleno del Consell inició el proceso, aprobando el nuevo decreto que modifica el reglamento de organización y funcionamiento del ente, e impulsa la creación de unidades territoriales del IVC en la provincia; ahora vamos a dar un segundo paso, que viene marcado por el calendario de Función Pública», argumentó Guarinos.

El perfil será «funcionarial». Deberá «ser funcionario, bien de la Generalitat, la Diputación, el Estado, ayuntamientos o la UJI, por ejemplo, con estudios superiores, a ser posible de gestión cultural, con castellano y valenciano, que conozca la Administración e imbricado en la provincia». Y su función principal será «la gestión de los espacios y de la programación, además del personal», dijo. «Una comisión paritaria y miembros de la sociedad civil será quien le elija», señaló. Y en alusión a las 32 personas del IVC en Castellón, manifestó que «hay que poner orden y regularizar las plazas».

Para el 2017 «habrá novedades» --«2016 ya estaba prácticamente cerrado», se escudó--, con la incorporación del Teatre del Raval a la red de la Filmoteca, con películas «en versión original». H