El día a día de un rototomer es tranquilo, sin agobios, ni prisas. Es disfrutar de cada momento, pero sin estrés y con energía positiva. El espacio vital es importante y se respeta. En el recinto, a pesar de registrarse más de 20.000 personas, no hay fuertes aglomeraciones, ni empujones, ni peleas. Es el alma del Sunsplash, el festival del Peace and lovePeace and lov.

Hay varios perfiles de público y formas de vivir el festival. Desde los más jóvenes que ya empiezan la fiesta en las zonas de acampada y en la Sunbeach, bailando a pie de playa, por el día, donde también aprovechan para refrescarse en el mar con este fuerte calor. Y para comprar en los supermercados y tiendas del casco urbano o la zona de playas.

Por la tarde-noche acuden al recinto para cenar en alguno de los múltiples puestos de oferta culinaria que tiene el certamen, donde se puede degustar gastronomía de diferentes partes del mundo; y para coger fuerzas para disfrutar de los conciertos de sus artistas favoritos.

Muchos de los asistentes también optan por asistir a las charlas y debates que tienen lugar en áreas como el Foro Social (cuya programación arranca el lunes) o la Reggae University. Reposan en las zonas ajardinadas para descansar o en las mesas y sillas de los puestos de restauración... Y frecuentan también otros espacios como Pachamama, para practicar actividades como yoga, danzas, charlas, agroecología, permacultura, salud, alimentación, plantas medicinales, semillas o terapias naturales, entre muchas otras opciones.

En el caso de Ainhoa, Bea y María, de 36, 37 y 46 años, que llegan desde Navarra, están disfrutando del festival por primera vez , «ya que esta edición está dedicada a África y nosotras bailamos danza africana y nos gusta mucho». «Nos alojamos en un apartamento en Benicàssim durante unos días». «Queremos participar en alguna clase de danza, ir al Foro Social y lo que el cuerpo aguante, pero sin estrés, que todo fluya», explican a este diario.

Las familias, con niños pequeños y menores, son otra parte importante de público incondicional de este festival. Son asiduos de zonas como Magicomundo, participando en los juegos y distintas actividades que se realizan. Otra buena parte de los fieles asistentes de cada año viene a trabajar, con puestos de restauración o del mercadillo.