Si Isabelle Huppert es la mejor actriz del mundo es algo sobre lo que se puede discutir, pero quien defienda que no lo es sufrirá para encontrar argumentos. Después de todo, la francesa lleva cuatro décadas acumulando por sistema, y aparentemente sin despeinarse, el tipo de personajes e interpretaciones con las que la mayoría de actrices solo se atreven a soñar. "Nunca he pensado que actuar sea difícil", ha asegurado Huppert este martes en el Festival de San Sebastián, ofreciendo algo parecido a una explicación al respecto.

Teniendo en cuenta tal nivel de efectividad, en todo caso, resulta notorio que los dos papeles que este año la traen al certamen donostiarra se cuenten ambos entre los mejores de su carrera: por un lado, el que encarna en 'El porvenir', la nueva película de Mia Hansen-Love; por otro 'Elle', su deslumbrante colaboración con el holandés Paul Verhoeven. "Son dos personajes muy distintos, aunque complementarios en tanto que hurgan en la psique humana y femenina", explica la actriz. "Ambas desafían ese cliché según el cual las mujeres solo podemos ser víctimas o guerreras".

'El porvenir', en los cines españoles desde el próximo viernes, es la historia de una profesora de filosofía que ve cómo, de repente, los pilares de su acomodada vida empiezan a derrumbarse.

En 'Elle', por otro lado -estreno el 30 de septiembre-, una empresaria convierte la violación de la que es objeto en una herramienta de empoderamiento personal y sexual. Ambas películas le ofrecen, comenta, la posibilidad "de explorar mi lado oscuro, y hacerlo me resulta muy emocionante y liberador".

Asimismo, insiste, las dos interpretaciones le sirven para defender un modelo realista de feminidad al que el cine no suele dar cabida. "No me molesta en absoluto admitir que soy feminista, a pesar de que el mero hecho de hacerlo pueda resultar caricaturesco", ha afirmado en San Sebastián. "Pero los mujeres debemos mantenernos vigilantes, porque en la sociedad actual se siguen dando situaciones de misoginia a diario".