‘El ángel exterminador’, la película surrealista que Luis Buñuel hizo en México en 1962, tiene ahora una versión operística, obra del compositor británico Thomas Adès. 'The exterminating angel' acaba de tener su estreno absoluto en el Festival de Salzburgo y ha sido recibida con el aplauso del público puesto en pie en las dos primeras representaciones.

Película y ópera muestran a un grupo de personas de la alta sociedad que han sido invitados a cenar en casa de los Nobile. Después de la cena, cuando pasan al salón, se dan cuenta de que no pueden salir de allí aunque no hay ningún impedimento físico que lo impida. Pasan días encerrados y escasean los alimentos y el agua. Todas aquellas personas a las que se les supone la buena educación acaban convertidos en unos bárbaros dispuestos incluso al asesinato de uno de ellos.

Temáticamente, ‘The exterminating angel’ sigue en la misma línea que Adès ya desarrolló en su primera ópera, ‘Powder her face’, sobre la degradación de una personalidad de la alta sociedad británica, que tuvo su estreno en España, en Bilbao, hace pocos meses. De una forma menos directa, el tema también está presente en su ópera más famosa y más representada hasta ahora, en ‘The tempest’, basada en la obra homónima de William Shakespeare.

La música en la película de Buñuel es apenas perceptible, pero la historia que cuenta parecía destinada a la ópera. Los Nobile y sus invitados regresan a casa tras asistir a una representación de ‘Lucia di Lamermoor’. Y entre ellos está la cantante que acaba de interpretar el papel creado por Donizetti, el director de orquesta, y su esposa, una pianista.

La ópera de Adès cuenta con un libreto de Tom Cairns que sigue con bastante fidelidad la película aunque algunos diálogos han sido eliminados considerando el mayor tiempo empleado para cantar que para hablar, y los 17 personajes originales han sido reducidos a 12. El personaje de Leticia, una cantante de ópera, adquiere una extensión superior a la de la cinta.

EXTRAÑOS ACONTECIMIENTOS

Musicalmente, la partitura es de una gran riqueza. Es una música más descriptiva que de programa. Va explicando de manera muy ajustada los extraños acontecimientos que se producen en la mansión y va dibujando a los personajes mediante unos breves solos. Mientras el público va acomodándose en la Haus für Mozart, una de las tres salas del festival, suenan insistentes unas campanas, las mismas que volverán a repicar al final de la representación.

De Adès se dice que es un compositor ecléctico lo cual no debe ser tomado negativamente porque tiene su estilo propio. En su ópera hay un desarrollo particular de los valses de los Strauss, hay referencias a la música judía del siglo XII, hay un desarrollo de la canción del siglo XIV ‘Lavaba la blanca niña’, hay un solo de guitarrapara explicar el sueño de una mano que se pasea por el salón. Normalmente el compositor hace mucho uso de la percusión. En este caso, los tambores de Calanda, donde nació Buñuel, se hacen casi necesarios. Y su sonido aparece en el interludio después del primer acto, cuando ya se ha creado la extraña situación.

ÁNGEL INVISIBLE

Según declaraba el compositor en una entrevista, el ángel del título es una ausencia, es la falta de voluntad, de objetivo, de acción. Para ilustrar musicalmente esta ausencia, este ángel invisible e inalcanzable, esta fuerza abductora, Adès utiliza las ondas Martenot, un instrumento que crea un sonido misterioso e inquietante, que en esta ocasión tocaba su mayor experta,Cynthia Millar.

Parte del éxito de esta nueva ópera de Adès corresponde al elenco artístico en el que destacaba un trío de veteranos como son John Tomlinson (Doctor Carlos Conde), Anne Sofie von Otter(Leonora Palma) y Thomas Allen (Alberto Roc). Junto a ellos, el resto de voces era de gran nivel con un resultado muy compacto. Destacaban Amanda Echalaz y Charles Workman (los Nobile), Sally Matthews (Silvia), Christine Rice (Blanca), David Adam Moore (coronel Gómez) y Iestyn Davies (Francisco).

VOCES AGUDAS

A tenor de sus óperas anteriores, el compositor tiene una debilidad por las voces más agudas, por las sopranos de coloratura, y su ‘Angel’ no es excepción. El papel de Leticia, la cantante de ópera, interpretado por Audrey Luna, requiere grandes agilidades siempre en lo más agudo de la escala. El propio compositor dirigía la Orquesta Sinfónica de la ORF y el coro Bach de Salzburgo.

Cairns, el libretista, firma la puesta en escena, sencilla pero eficaz habiendo eliminado los elementos de humor más negro del original de Buñuel. Un gran arco de madera señala los límites de la casa. Durante la representación cambia de ángulo. Al final, gira 180 grados. Los encerrados salen de la casa, quedan frente al público, suenan las campanas y las luces de la sala se encienden un poco. Descubrimos que todos, ellos y nosotros, estamos encerrados en el teatro.