Alegría, revuelta y música para cambiar el mundo. Esta es la esencia de la banda barcelonesa Txarango, que acaba de publicar el álbum El cor de la terra, donde las emociones y las vivencias tras su paso por Senegal, Palestina y los campos de refugiados de Grecia paran el tiempo para crear una sociedad mejor. Los diez músicos que forman el grupo actúan esta noche, a las 23.50 horas, en el Negrita del Arenal Sound.

--Dos años después de despedirse de los escenarios, acaban de publicar el álbum ‘El cor de la terra’. ¿Por qué tanto tiempo?

--Todo estaba pasando demasiado rápido, así que queríamos descansar durante un tiempo. Además, hicimos una serie de viajes y necesitábamos preguntarnos dónde estábamos. Ahora, tenemos ganas de volver a experimentar.

--De hecho, el último disco plasma el viaje a Senegal y las visitas a los campos de refugiados...

--Nos dimos cuenta del poder de la música. El mundo está roto, pero descubrimos que nuestras canciones podían ayudar a cambiarlo. Al volver de Senegal, ver las imágenes de los refugiados y ser conscientes de que, desde Europa, les estamos cerrando las puertas, decidimos ir a Grecia. Una vez allí, fue todo muy fácil. La música es universal.

--Qué novedades tiene el último disco sobre el resto?

--Es un disco que recoge más sonoridades, porque combina la música árabe y la mediterránea. Hemos vuelto a crear canciones con la misma melodía, pero las últimas tienen mucha más potencia. Diría que hemos cuidado más la parte sonora.

--¿Por qué ‘El cor de la terra’?

--El nombre surgió en África. El corazón de la tierra, si tiene que ser algún lugar, seguro que es África. Aunque hablamos lenguas distintas y nos caracterizan culturas diferentes, somos iguales.

--El álbum tiene un inicio muy particular. ¿Por qué decidieron comenzar de esa forma?

--Es una declaración de principios. Unas palabras que dijo el Che Guevara. Pensamos que transmiten un mensaje muy profundo y que nos representan a todos nosotros.

--Han cedido la mitad de los derechos a colectivos y organizaciones sociales. ¿Por qué tomaron esta decisión?

--Intentamos conducir al grupo hacia aquello que nos representa. Nosotros somos una cooperativa y queríamos transmitir, en todos los sentidos, esa colectividad. La idea de ceder la mitad de los derechos a varias asociaciones surgió por dos razones. En primer lugar, creemos que es muy importante darles visibilidad y, en segundo lugar, porque, de esta manera, ponemos nuestro granito de arena para que las organizaciones puedan desarrollar la impagable tarea que hacen.

--¿Creen que pueden crear un mundo mejor con la música?

--Queremos crear un mundo mejor con la música. Si no fuera a través de nuestras canciones, lo intentaríamos por otras vías, pero, ahora, la música es nuestra herramienta.

--¿Cómo ha sido la acogida de ‘El cor de la terra’?

--La verdad es que estamos muy contentos. Teníamos un poco de miedo, porque era como si empezáramos de cero prácticamente, pero conforme íbamos acabando la grabación, nos dimos cuenta de que el álbum estaba quedando tal y como nosotros queríamos. La canción Una lluna a l’aigua fue la primera que se pudo escuchar y su videoclip tuvo una acogida muy bonita.

--¿Qué se encontrará el público que vaya a su concierto en el Arenal Sound de Burriana?

--Repasaremos la mayoría de los temas de nuestro último disco, pero también sonarán las letras y melodías de Benvinguts al llarg viatge y Somriu.

--No se trata de su primera vez en este festival...

--No, estuvimos hace tres años. El Arenal es un festival muy grande y lo daremos todo.

--¿Qué nuevos proyectos tienen pensados?

--De momento, estamos en plena gira y con El cor de la terra estamos viajando fuera de Europa.