Llega hoy a Castellón Rosa López, una de las cantantes de pop españolas con más discos vendidos de la historia de la última década y una de las más queridas por el público desde que, en el 2001, se convirtiera en Rosa de España. Atrás queda ese calificativo, para dejar paso a una nueva joven, con más fuerza y con más compromiso, que hoy actúa en el Teatro Principal, en la gran gala a beneficio de Manos Unidas.

--¿Qué significa el concierto de esta noche?

--Estamos en plena gira y hemos estado en sitios maravillosos, pero el concierto de Castellón es el más especial de todos. La labor que hace Manos Unidas con los más necesitados, en los tiempos que corren, es loable, y después de ver de primera mano cómo trabajan, no lo pensé dos veces y ahí estaremos, a las 19.30 horas.

--Que personas tan famosas como usted se impliquen en estas causas, ¿arrastra a más gente?

--Si sirve de algo, pues mejor. Los que estamos en el mundo de la música tenemos el deber de estar al lado del público y de la gente que nos necesita. Si este concierto ayuda en algo, estoy feliz.

--Su colaboración es completamente altruista...

--Por supuesto. Ellos me llamaron y, en un segundo, lo concretamos. Con el equipo de Manos Unidas de Castellón fue fácil.

--En su nuevo disco, hay una canción dedicada a la oenegé.

--Este trabajo salió un año y vino con un regalo envueltito para ellos, en forma de canción. Manos unidas es una curiosidad e inició una preciosa historia de amor.

--¿Qué prepara para el Teatro Principal?

--Una sesión con fuerza, con garra, pero también de recuerdos, de imágenes de una carrera, para que todos los pasen bien, el Teatro Principal se llene y podamos arrancar una sonrisa a todos los que están en una mala situación. Y en un futuro quiero atender más proyectos con la oenegé. H