Es una de las leyendas del rock estatal. Y, tras tres décadas como cantante y bajista de Barricada, Enrique Villarreal Armendáriz (Pamplona, 1959), más conocido con el nombre artístico de El Drogas en el planeta música, regresa por enésima vez a la carretera con su proyecto propio, el que formó hace ocho años y con el que el sábado aterriza sobre el escenario de la sala Opal del Grao de Castellón, en un show que promete que será «único» y al que saldrá «a muerte con el público y con los temas nuevos y los de siempre». Las entradas ya están a la venta, a «muy buen ritmo», según destacan fuentes de la organización.

--Treinta años con Barricada que no son pocos y ahora en solitario, con nueva banda. ¿Echa de menos esa época?

--No. En principio fue una historia muy dura porque la separación no fue nada amistosa. Llevamos ya ocho años como El Drogas. Y me he aferrado en esta aventura a mis músicos, Brigi Duque, Txus Maraví y Eugenio Aristu Flako, en una segunda etapa de mi banda Txarrena, con quienes he recorrido miles de kilómetros. Ya he disfrutado de una historia; ahora, a por el presente y el futuro.

--En Castellón tiene fans fieles, que le siguen, como se ha demostrado en anteriores visitas. ¿Qué siente al verles vibrar desde el escenario?

--Es cierto, y así lo siento en cada sitio que voy. El público interactúa, participa en cada uno de los conciertos. No solo con la música, sino atendiendo a las letras. Y eso hace que mi cerebro esté continuamente maquinando qué hacer, cómo presentar los temas, cómo sorprender. Quiero dar al público algo especial en cada concierto, para que lo viva. Se lo debo y lo necesito.

--Y en la sala Opal, ¿qué le espera al público?

--En Castellón saldré a tocar a muerte, como el punk que soy y no he dejado de ser. El formato que presentamos en Opal será una banda de cuatro músicos, al desnudo, sin artificios, como en los tiempos buenos del rock. A pelo. Serán dos horas y media o más de acción punky, sin descanso, para que el público viva nuestro aliento y nosotros el suyo.

--¿Es más de sala o festivales?

--De sala, sin duda. A mí me gusta sentir el público, a mi público, cerca, tocarles, verles. Somos músicos de banda. No es lo mismo actuar en solitario que entre otras 100 bandas. Creo que es como ver 100 tráilers de 100 películas, sin ver ninguna entera. Los festivales son importantes, eso no lo dudo, pero a mí me gusta más tocar en sala, porque, así, como dijo Remedios Amaya, yo soy quien maneja mi barca.

--¿Va a haber temas de Barricada en su concierto? ¿Cuál va a ser el repertorio este sábado?

--El repertorio lo decidimos el mismo día, según vemos la sala, o lo que hemos hecho el día anterior. Nos centraremos en los temas de Un día nada más, pero siempre cae alguna de las canciones históricas. Quiero mantener la tensión en el escenario, para llegar a mi gente mejor. En Castellón pasará algo muy diferente a lo de Madrid, Zaragoza o Valencia. Concebir una gira es como hacer una película, redonda; pero después la transfieres al teatro y cada día es una sorpresa. No hay que caer en la rutina.

--Su deuvedé ‘Un día nada más’ ha arrasado en las listas, con invitados como Fito, M-Clan, Marea, Luz Casal, Rosendo, Ara Malikian, Leiva, Yosi de Los Suaves, Sober o Iván Ferreiro... ¿Cómo se traslada eso a la gira a cuatro?

--No se traslada. Lo de Pamplona para Un día nada más es eso, un único día, un concierto único, pero las canciones viven en cada actuación. Llamé a un montón de amigos e invitados, que hicieron una noche inolvidable, y por eso lo registramos. Tenemos un repertorio de 90 canciones, del que elegimos unas 30. En Castellón tocaremos unas 30-35 pegadas, sin aliento, todo a saco.

--¿Se ve como un ‘padre’ para las nuevas generaciones?

--Para nada. A los músicos más jóvenes les siento bastante cercanos, como personas que, como yo, se dedican a esto de la farándula, a hacer kilómetros para transmitir una pasión que comparto. Simplemente he tenido la suerte de nacer antes.

--¿Conoce Vila-real, municipio que le da un apellido?

--(Risas). Sí, claro. He actuado allí, y, además, siempre que me preguntan de qué equipo de fútbol soy digo que del Villarreal CF, que es el mío, claro está.

--¿Qué papel tienen las letras en su ‘nueva’ etapa?

--Las letras son, para mí, lo más importante de mi música. A veces surgen para darles voz a una melodía, otras en negro sobre blanco para después ponerles música... pero son, para mí, la chicha de la situación, sin quitarle importancia al sonido. Me da pie a hablar de cosas cotidianas y también sociales, como el alzhéimer.

--Desvélenos alguna sorpresa para el público de Castellón.

--Abriremos con una intro Están para violarlas... Y saldremos al abordaje de la sala.