Los Secretos será la banda que subirá al escenario el próximo 22 de agosto en el Peñíscola From Stage (22.00 horas). El nuevo álbum del grupo saldrá a la venta en septiembre, aunque el público provincial podrá disfrutar antes de los dos nuevos sencillos, Mi Paraíso y Lejos. Las entradas para el concierto ya se pueden adquirir en entradascastellon.com. El guitarrista de la banda, Ramón Arroyo, es quien responde a las preguntas del periódico Mediterráneo.

--¿Cómo afrontan el concierto del Peñíscola From Stage?

--Con muchas ganas y con el plus de ver tocar a nuestros amigos de Revólver, ya que siempre hablamos para ver si coincidimos en algún concierto o festival. Coincidir con Carlos Goñi lo hace todo más atractivo. Como en todas nuestras actuaciones, haremos un recorrido por los diferentes álbumes de nuestra carrera y también algún tema nuevo.

--¿Habrá alguna sorpresa?

--Sí, como algunos temas del próximo disco. Además, tocaremos seguro los dos sencillos que han salido hace poco tiempo. Para nosotros cada canción es una sorpresa. Ahora se van sacando singles poco a poco para después lanzar el disco completo. Con las nuevas tecnologías se ha vuelto un poco a lo que era antes, que la gente primero sacaba sencillos. Más tarde empezó a ser más popular el formato LP, donde estaban todas las canciones.

--Ya está en el mercado el nuevo sencillo, ‘Mi paraíso’, ¿llegará pronto el nuevo álbum?

--Sí, seguramente en septiembre.

--¿Qué nos puede avanzar?

--Es un disco con temas nuevos, con el sonido de siempre, el que nos identifica a todos nosotros, pues la gente nos reconoce por ello. En él hay canciones de todo tipo y nosotros simplemente esperamos que a la gente le guste el trabajo. Además, hace poco hicimos un álbum de versiones, de canciones que nos gustan, y lo disfrutamos muchísimo.

--¿Cómo están saliendo los conciertos de la gira? ¿Hay buen ‘feedback’ con el público?

--Muy bien, tenemos la suerte de tener un público muy fiel y que nos sigue desde hace muchos años.

Cuando actuamos en un local cerrado sabemos que la gente ha comprado la entrada para vernos y, por lo tanto, tienen un interés. Sin embargo, cuando tocamos en plazas o en fiestas, allí viene gente que no nos conoce, pero aun así, se quedan y, sin saberlo, siempre encuentran alguna canción que conocen aunque la misma sea de hace mucho tiempo.

--Y usted, con tanto tiempo en los escenarios, ¿cómo vive estos nuevos tiempos en el terreno profesional?

--La verdad es que las cosas evolucionan pero también vuelven. Con respecto a la música, nosotros seguimos haciendo lo que nos gusta, a nuestra manera, sin dejarnos influir por nadie, y sobre todo, aprendiendo mucho y adaptándonos a las nuevas modas. La llegada de la tecnología digital ha facilitado muchas cosas, pero también ha empobrecido otras, como la piratería.

--Tantos años con la banda y demás, ¿cómo se compensa la rutina con la complicidad con los otros integrantes?

--Nos conocemos todos muy bien y sabemos cómo tratarnos cada uno con su personalidad y sus gustos. Además tenemos un denominador común que es la música y tocar en la banda. Entonces cuando nos juntamos para hacer algo que nos gusta, eso está por encima de las cuestiones personales, que cada uno pueda tener. El grupo es lo que nos une y hace que haya una conexión especial cuando tocamos, y una ilusión que, a día de hoy, sigue intacta. El día que perdamos el deseo para hacer algo, lo mejor que podremos hacer será dejarlo.

--¿Siguen trabajando todos los componentes en la creación de nuevos temas o es Álvaro Urquijo el que se encarga de ello?

--Todos aportamos nuestro granito de arena. En este disco la mayoría de los temas son de Álvaro, como suele ser lo habitual, al igual que ocurría cuando estaba Enrique. Ellos eran los encargados de componer y no hay que olvidar que juntos crearon este grupo. Pero también hay un par de temas de Jesús Redondo y míos, y algunas canciones compuestas en colaboración con la cantante del grupo Ecléctica. Simplemente depende de si los temas son buenos o no y, a partir de ahí, se graban, independientemente de quién lo haya escrito.

--¿Hubiera imaginado en 1980 que más de cuatro décadas después aún estaría de gira con la banda y al pie del cañón?

--Evidentemente, no. Al principio era como una afición de juventud. En ningún momento piensas que va a durar tanto, todo lo contrario, que va a llegar alguien mejor y te va a barrer del mapa, como pasa en muchos casos. Afortunadamente, a nosotros nos ha ido muy bien en la música, pero nunca imaginamos algo así. Cuando lo piensas, es un verdadero privilegio porque mantenerse en la industria tantos años, en nuestro país, es muy difícil. En EEUU todo es más fácil, ya que hay muchos estados y si consiguen éxito en el país la fama se expande por todo el mundo.

--¿Recuerda haber actuado en alguna ocasión en Peñíscola o es la primera vez?

--Creo que es la primera vez. Sé lo bonito qué es y recuerdo perfectamente la película de Berlanga, Calabuch, que vi de pequeño y está rodada en Peñíscola. Pero nunca he tenido la oportunidad de visitar la localidad ni de tocar.