Enrique Ponce, acartelado para el día 31 de marzo en la última de las corridas de la feria de la Magdalena de Castellón, podría no hacer el paseíllo tras sufrir ayer una cornada en el muslo izquierdo en el quinto toro del festejo que se estaba celebrando en València en la víspera de San José.

Ponce, que tenía que torear en la capital de la Plana con Cayetano y el castellonense Varea, sufre, tras la cogida, «una rotura del ligamento lateral interno, rotura del ligamento cruzado y hermatros a tensión», de pronóstico «grave», según el parte facultativo al que accedió Mediterráneo, y tras ser intervenido quirúrgicamente por espacio de 45 minutos, en la misma enfermería del valenciano coso de la calle Játiva, por una cornada en región próxima al muslo izquierdo, infraglútea que afecta a la piel, tejido celular subcutáneo, y fascia superficial, seccionando el glúteo mayor con una trayectoria ascendente de unos 12 centímetros y otra descendente de 5 centímetros, alcanzando al isquion».

Al torero se le inmovilizó con una prótesis estabilizadora de la rodilla y fue ingresado en la Casa de la Salud de la capital del Turia para su recuperación.

POR UN MOLINETE // El veterano diestro fue cogido en el segundo morlaco de su lote, de la divisa de Olga Jiménez. Fue alcanzado por el toro en el momento de ligar un molinete invertido con un pase de pecho. Cuando fue a levantarse apenas podía apoyar las piernas, por lo que cayó de nuevo al suelo y sus propios banderilleros le protegieron ante una posible nueva embestida.

Toñete, quien junto al rejoneador Diego Ventura formaba la terna de la corrida de vísperas del día grande de las Fallas, fue el encargado de matar al toro.