Marta Robles presenta hoy a las 19.00 en Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Castelló su novela La chica a la que no supiste amar, galardonada en la categoría de Narrativa en 2019 en el premio Letras del Mediterráneo y publicada por Espasa.

La periodista y escritora estará acompañada del presidente de la Diputación de Castellón, José Martí y por el director del área de Relaciones Institucionales de El Corte Inglés, Pau Pérez Rico. La escritora cuenta con numerosos lectores, seguidores de su carrera literaria y periodística por varios medios de comunicación televisivos y de prensa.

Robles inició su andadura periodística en la revista Tiempo. Desde entonces, trabajó en Canal 10, TVE, Telemadrid, Tele 5, Antena 3 y Canal 7; en radio en Radio Intercontinental y la SER; en prensa, en Man, Woman, Panorama, ELLE, Dunia, La Razón, la Gaceta de Salamanca, El Semanal de Vocento y La Vanguardia. Es cofundadora de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión, y recibió varios premios, como el TP de Oro en 1995 y la Antena de Oro en el 2000. Comenzó a publicar libros en 1991. Tiene en su haber catorce libros entre ficción y no ficción.

Argumento de la obra

En la novela presentada, el detective Tony Roures, cínico y sentimental, recibe de madrugada la visita de un viejo amigo, Alberto Llorens, un fotógrafo al que creía felizmente casado con una rica empresaria de Castellón. Según parece, su vida conyugal está llena de problemas y se ha convertido en un asiduo del club de alterne más famoso de todo el Levante español. Allí conoce a Blessing, una joven nigeriana atada a una organización de trata por la deuda del viaje y un ritual de vudú.

Tras ser chapuceramente operada de un cáncer de mama, se convierte en una mercancía estropeada y es asesinada. Desde entonces Llorens recibe amenazas y, asustado, busca a Roures. Este comienza una peligrosa investigación que revelará una trama criminal de trata de mujeres de inusitada crueldad.

La novela ha sido muy bien recibida por el gran público y la crítica especializada, que ha llegado a afirmar que se trata de la mejor novela de Robles. Además del galardón de la Diputación de Castellón, la escritora ya quedó finalista en el premio Silverio Cañada por A menos de cinco centímetros.

"Hablaré de la trastienda social"

--¿Qué supone para ti participar en Castelló Negre?

-Castelló Negre ya forma parte de mi ADN. La chica a la que no supiste amar es el producto, en buena medida, de haber conocido a gente maravillosa en Castellón gracias al festival. Sin ellos, esta novela, que creo que es la mejor de las que he escrito, no hubiera sido posible.

--¿De qué nos vas a hablar?

-Hablaré de la trastienda de la sociedad. De lo que se esconde. De lo que no queremos mirar. De la trata de mujeres con fines de explotación sexual y de sus responsables y sus secuaces, pero también de las reflexiones que convendría que nos hiciéramos respecto a nuestra propia complicidad en este y otros asuntos oscuros. Y sobre todo, de las mujeres prostituidas, las víctimas de trata que son mujeres a las que les late el corazón igual que a todas las demás aunque tantas veces se las etiquete de otra manera. Y hablaré también de las complejas relaciones de los seres humanos, en los matrimonios, en la amistad, en el amor, en los intereses...

--¿Cómo ves la salud del género cumplidas ya dos décadas del siglo XXI?

-Creo que el género negro está en un espléndido momento. Y quizás lo está, sobre todo, porque las historias que acoge ya no tienen que ver con las de las novelas policiacas de antaño. No son historias de polis y cacos, ni de buenos y malos. Son historias en las que nos encontramos a nosotros mismos. Son historias en las que, como en la vida, el mal, en alguna de sus vertientes, parece inevitable.

--¿En qué estás trabajando ahora mismo?

-Ha sido tan intenso el viaje que he tenido que hacer para construir al detective Roures y llevarlo de la mano por tres casos complejos que necesito un poco de distancia. Voy a hacer ahora una breve pausa para darme un paseo, digamos que por la historia, pero un paseo poco convencional. Luego volveré a Roures, que espero que me aguarde con los brazos abiertos, porque no sé vivir sin él.