Un cáncer se ha llevado a los 56 años a Roger Charlery, alias 'Ranking Roger', el jovial corista, 'toaster', panderetero y animador de The Beat, banda insignia del ska revival inglés de finales de los setenta. Ranking Roger, nacido en 1963, tenía aún dientes de leche cuando entró a formar parte del grupo más heteróclito de la 2-Tone, y casi del postpunk entero. Roger, nativo de Birmingham, hijo de inmigrantes caribeños, punk rocker y DJ de reggae, había sido batería de los punks imberbes TheDumDum Boys, a quienes abandonó tras echar un rápido vistazo a los bizarros teloneros de cierta noche.

The Beat eran friquis sin querer: tres blancos y tres negros; un cantante pop de voz untuosa que tocaba una Vox en forma de lágrima; un guitarra con cara de Dustin Hoffman y un bajista que bailaba como si se estuviese meando encima; un señor de mediana edad, veterano del ska, al saxo; un batería polirrítmico jamaicano. Con Ranking Roger, que entró a los dieciséis años, se juntaron el hambre y las ganas de comer. Mírenle en 'The tears of a clown', su único single para 2-Tone y éxito directo en las listas, cuando aparecieron en 'Top of the Pops': Ranking Roger parece un niño hiperglucémico en el mejor cumpleaños de la historia, arreándole a la pandereta, dando botes y agitando una serpentina (quizás lo opuesto de ser siniestro sea esto).

Y cantando, claro. Ranking Roger no solo hacía coros brillantes, sino que era el 'toaster': soltaba parrafadas de proto-rap jamaicano en canciones como 'Rough Rider'o 'Stand down Margaret' (himno anti-Thatcher que prohibió la BBC, pese a que los educados The Beat le pedían que dimitiese "por favor"). The Beat hacían "música alegre con letras tristes", y Ranking Roger, engañoso carnaval viviente, contribuía a la dicotomía: las letras hablaban de celos, paranoia, confesiones amargas y fines de fiesta agridulces, pero flotaban en un lecho de calypso, ska, pop puro, dub, incluso marimbas. Y en medio de todo, Roger brincando y chasqueando los dedos bajo su sombrero de ala ancha. La mezcla funcionaba. 'I just cant stop it' (1980) y 'Whappen?' (1981), ambos en su propio sello Go-Feet!, son dos de los mejores álbumes de la nueva ola.

The Beat no fueron un grupo de culto. En sus cuatro años de carrera metieron cinco singles en el Top 10 y dos álbumes en el Top 5. Cuando el mal llamado 'ska revival' perdió fuerza, y el maravilloso tercer elepé de la banda, 'Special beat service' (1982), se atascó en Inglaterra, los norteamericanos llegaron al rescate, catapultándoles al Top 40. The Beat triunfaron también allí. Fueron de gira con The Pretenders, The Police, The Clash y Talking Heads, todos ellos fans del grupo. Sting lució durante tantos años la camiseta de The Beat (en 'Dont stand so close to me', por ejemplo) que la gente empezó a dudar si la lavaba alguna vez. R.E.M, con 'Murmur' bajo el brazo, abrieron para ellos a lo largo de su extenuante gira americana de 1984 (Mike Mills afirmó que se apuntaron a la gira para verlos tocar de cerca y copiar todo lo posible).

La separación de The Beat en 1984 no detuvo a Ranking Roger. Fundó General Public, que parecía un 'dream team' de la nueva ola (miembros de The Beat, Dexys Midnight Runners, The Specials y The Clash), y coló otro éxito en las listas yanquis (fenomenal 'Tenderness', de 1984). Colaboró con Big Audio Dynamite y también Sting (su presencia es lo único que no da ganas de morir de esa versión del 'The beds too big without you'), y sacaría con su viejo colega Pato un tronchante single de reggae danzón ('Bubblinghot'), número 15 en el Reino Unido. También se uniría a consecutivas reuniones revival de su primera banda. Su fallecimiento nos roba a uno de los músicos más carismáticos de los ochenta.