El festival de guitarra de Peñíscola concluyó su andadura en esta edición con un doble programa que volvió a mostrar las múltiples maneras de interpretar este instrumento. La sesión arrancó a las 20.30 horas, con la presencia del norteamericano William Jenks. Con cuatro discos editados y una extensa trayectoria en salas de conciertos de Europa y su continente natal, los espectadores pudieron apreciar su dominio con las partituras creadas por Villa-Lobos, Bach o Agustín Barrios, pasando por obras tradicionales adaptadas para la ocasión.

Tras esta propuesta, el escenario del Palau contó con la maestría del dúo de violín y guitarra formado por Joaquín Palomares y Fernando Espín. Los dos están considerados como los máximos exponentes de sus respectivos instrumentos en la actualidad, y deleitaron a los asistentes con un variado repertorio, que incluyó piezas de clásicos como Manuel de Falla y el emblemático creador de Vila-real Francesc Tárrega, además de aportaciones procedentes de otros puntos del globo, como Néstor Piazzola, Fernando Tavolaro o las danzas brasileñas surgidas de la imaginación de Celso Machado.

Con estos sonidos, la convocatoria de este 2019 quedó cerrada, en un año marcado por las novedades. Por un lado, las obras que se desarrollan en el castillo de Peñíscola supusieron que las actuaciones tuvieran lugar en el Palau de Congressos. Además, en esta ocasión se optó por la celebración de dos conciertos dobles en las fechas centrales de la Semana Santa, de modo que los espectadores de cada sesión tuvieron la oportunidad de disfrutar de una velada cultural por una entrada de 10 euros. El festival supone una de los principales alternativas culturales para los visitantes de la ciudad durante este comienzo de la temporada turística.