Alejandro González Iñárritu (Ciudad de México, 1963) puede convertirse la próxima madrugada en el tercer director de la historia, después de grandes como John Ford y Joseph L. Mankievicz, que conquista dos Oscar consecutivos a la mejor dirección. El año pasado, Iñárritu ya hizo saltar la banca con Birdman al ganar cuatro estatuillas, y los pronósticos hablan de que en este 2016 puede repetir éxito con El renacido, la epopeya de Leonardo DiCaprio que opta a 12 premios de la Academia de Hollywood.

-Se habla del rodaje de ‘El renacido’ como lo más parecido al infierno helado.

-Sí, pensaba que esta película iba acabar conmigo y casi lo hace (risas). Me siento renacido después de ver que ha sido muy bien recibida. Fue un rodaje muy duro.Cuando uno ve la película entiende por qué filmamos como lo hicimos. Todo lo que se ve es real, aquí no hay efectos especiales.

-¿Por qué alguien en su sano juicio se embarca en algo así?

-Estoy de acuerdo (risas). Sinceramente, no sabía en lo que me estaba metiendo. Ahora me alegro de haber tomado esa decisión.Es como alcanzar la cumbre del Everest sin que nadie haya muerto, aunque sabiendo que has estado cerca de perecer.

-¿Qué es lo que captó su interés por contar esta historia?

--Recrear un período en la historia de EEUU del que se sabe muy poco. Aún no se había colonizado el Oeste. El país lo habitaban mexicanos, españoles, distintas tribus nativoamericanas, ingleses, franceses, holandeses y canadienses. La esclavitud era legal, el racismo era enorme. Y la relación del ser humano con la naturaleza, y la relación padre e hijo.

-¿Cómo convenció a DiCaprio?

-Es un apasionado defensor de la naturaleza y su conservación. Le atrajo el desafío de un personaje que expresas sus emociones, sus miedos, su desolación, el odio, el

frío y la esperanza sin apenas emitir una palabra, solo con su cuerpo y sus ojos. H