No siempre es fácil comenzar en el mundo de la música clásica. Encontrar un puesto en una orquesta no está garantizado después de muchos años de estudio en el conservatorio y, a veces, se tarda mucho tiempo en adquirir una rutina profesional.

En 1995 nació la Jove Orquestra Simfònica de Castelló con este objetivo. Este año cumple un cuarto de siglo y sigue con el empeño de lograr que los músicos jóvenes tengan una rutina de trabajo parecida a la que se tiene en una orquesta profesional.

Esta tarde, a las 19.30 horas, en el Auditori tocarán el primer concierto del año, su habitual Encuentro de Navidad. Las entradas cuestan 7, 10 ó 15 euros, según la posición de los asientos. Desde hace un tiempo cuentan con directores invitados para sus representaciones, ya no hay un maestro de orquesta fijo. «Lo hacemos para que los chicos se acostumbren a distintas formas de trabajar», cuentan los responsables de la formación. En esta ocasión, el director será Rafael Albiñana. La Sinfonía número 25 en Sol Menor de Mozart y la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvorak son las piezas escogidas para la sesión.

Vicente Julio Navarro es uno de aquellos jóvenes que decidieron montar una orquesta «diferente» en el 95. Fue el primer director de la Jove Simfònica. «La orquesta nació en el colegio Censal. Éramos unos chavales que queríamos montar una agrupación musical que también tuviera instrumentos de cuerda», cuenta.

Este es un matiz importante para el director: «La Jove es importante para que los músicos jóvenes que tocan cuerdas tengan un hueco en una orquesta, ya que los vientos suelen tener sitio en las bandas de muchos pueblos».

Navarro solo estuvo dos años como director, pero sigue yendo cuando puede a las actuaciones de la formación. «Este proyecto es muy importante porque hay pocas agrupaciones musicales de este tipo en poblaciones parecidas a Castelló», afirma. El director «siente orgullo de que la sociedad de la capital pueda dar actividad a los músicos jóvenes».

ACCESO // Si alguien quiere entrar en la Jove Simfònica debe estar en el último curso de conservatorio y tener una edad comprendida entre 16 y 25 años. Para la selección realizan una convocatoria de audiciones en la que los músicos acceden en calidad de becarios. De esta forma, intentan confeccionar una plantilla de élite para los tres encuentros que conforman su programa anual.

Desde la organización lamentan la falta de apoyos que se hace desde las instituciones al trabajo de la orquesta. «Como no nos hacen mucho caso, nos toca organizar todo a nosotros y pagar muchas cosas de nuestro bolsillo», continúan. Para los miembros de la Jove Simfònica «es importante que no se pierda un proyecto como este porque es muy especial». Navarro también insiste en este tema: «Nos gustaría que nos hicieran un poco más de caso».

Para su aniversario quieren hacer algo diferente: «Aún es pronto para anticipar los proyectos, pero queremos hacer un concierto especial en octubre. Poco a poco iremos diciendo cosas».