La marinera parroquia de Sant Pere en el Grau se asemejó durante más de una hora a la neoyorkina catedral de San Patricio, templo del gospel. La nigeriana Joy Ena elevó la música al cielo.

La joven ofreció un repertorio de canciones que «son sentimiento, que te dejan llevar por lo que siente tu corazón», aseguraba momentos antes de subir al altar y expresar con su voz los lamentos y las dudas, las oraciones y las plegarias hacia el Altísimo.

Un concierto gospel enmarcado en la Semana Cultural del Grau L’Ham, prólogo fastuoso y vibrante a las fiestas patronales del distrito marítimo.