El sabor del Baix Maestrat impregnó ayer el 67º Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde la directora de Traiguera Lucía Alemany --una de las dos mujeres nominadas en la categoría de nuevos directores-- presentó su ópera prima, La inocencia, rodada en su localidad. La película tuvo un primer pase por la mañana para los medios acreditados y por la tarde agotó entradas en su puesta de largo, donde tras la presentación hubo un coloquio en el que participaron los actores Laia Marull, Joel Bosqued y la castellonense Carmen Arrufat, además de las productoras Belén Sánchez y Lina Badenes y la propia Alemany.

La inocencia es «un bofetón de realidad para muchos padres que no acaban de entender que los hijos están para romper los patrones», explica la directora de cine en una entrevista. «Vengo de un pueblo, de criarme en la calle, no tengo una gran cultura cinematográfica, y para mi primera película tenía que hablar necesariamente de algo que conociera y pudiera manejar al cien por cien», afirma la candidata a galardón.

Ese material sensible que ella eligió para narrar fue, precisamente, su propia vida. La inocencia explica la historia de una menor que se queda embarazada y quiere abortar sin que sus padres se enteren. «A partir de ahí, todo fue hilar. Fui metiendo cositas mías, de Traiguera. Todo lo que pasa es mi background de vida», desvela.

Sergi López y Laia Marull son los padres de Lis (Carmen Arrufat), una adolescente que sueña con ser artista de circo y salir de su pueblo. Su vida se complica cuando se enamora y se queda embarazada. «Cuando me pasó a mí, yo no lo dije a nadie. A raíz de la película, cuando la gente preguntaba y yo lo contaba, me di cuenta de que hay muchísimas mujeres que han abortado y que es un tema muy tabú», afirma.