Ha llegado el gran día. Hoy es el estreno del último proyecto de gran calado en el que ha estado inmersa la Coral Polifónica Benicarlanda (CPB), la puesta en escena de la adaptación en musical de la famosa obra de Victor Hugo, Los Miserables. «Es un proyecto largo y farragoso en el que llevamos trabajando más de un año y que ha sido posible gracias a la implicación, no solo de todos los miembros de la coral, sino también de sus familias», comenta Leroy Ariza, presidente de la entidad.

El resultado podrá verse en el auditorio Pedro Mercader. «El estreno será hoy y también habrá representaciones los días 11, 12, 17, 18 y 19». Los viernes y sábados, el pase de la función será a partir de las 22.00 horas y los domingos a las 18.00.

La dirección musical recae en David Rubiera. La actriz Nuria Sánchez se encargará de la parte escénica. «Es un proyecto muy ambicioso, en el que hemos puesto mucha ilusión y ganas», confiesa Rubiera, que lleva la batuta del espectáculo. A parte de la Coral Polifónica Benicarlanda, también contarán con una orquesta conformada a propósito para Los Miserables, la coral Kylix, que es la sección juvenil de la CPB, y de la coral infantil Petiquillo, que encarnan a los personajes de niños.

Participa un centenar de personas. «Todos forman parte del engranaje necesario para llevar la obra a buen puerto y su labor es primordial, tanto sobre las tablas como entre bambalinas, lo que requiere un arduo trabajo de coordinación», dicen. Se ha cuidado minuciosamente hasta el último detalle casi de forma artesanal. «Todo lo hemos hecho nosotros, incluso confeccionar parte del vestuario y otras piezas nos las han prestado o las hemos adquirido en tiendas de segunda mano», apunta Nuria Sánchez.

Los Miserables es uno de los musicales más representados en el mundo, con 10.000 solo en Londres y alrededor de 7.000 en Brodway. «Esto ya dice mucho de la calidad. Algunas canciones se han convertido en auténticos clásicos y han sido interpretados por figuras de la talla de Areta Franklin o Neil Diamond», indica.

Sánchez tampoco es nueva en estas lides. Le avala su magnífico trabajo de dirección e interpretación en El fantasma de la ópera, otro de los grandes éxitos que la CPB puso en escena. «Los Miserables tiene mucha más dificultad, contamos con toda la masa coral y la gente no solo canta, también actúa. Somos amateurs, coralistas y gente del pueblo, pero nos hemos esforzado al máximo y creo que agradará bastante», auguran. Son papeles «con mucho texto y canciones de gran dificultad, pero lo están sacando adelante con un resultado muy digno».