Nunca es tarde para echarse a la calle, nunca es tarde para el asombro...». Él mismo lo canta en una de sus letras de la Geometría del rayo, pero a los manoleros de Castellón la espera se les ha hecho larga, porque 15 años son muchos para volver a ver a su ídolo en la plaza de toros de la capital de la Plana. Ese escenario donde entonces se corearon otras melodías, seguro que con las mismas ganas, aunque para algunos con más madurez a cuestas.

El 1 de junio ya está marcado en rojo en muchas agendas y las entradas empiezan a disminuir en número a medida que se enteran quienes no pueden resistirse a sus poéticas, intensas y comprometidas canciones que en esta gira no serán más de lo mismo. Manolo García es garantía de que todo es nuevo. Como las emociones inéditas de quienes escuchan una vez más sus grandes clásicos, aunque con vivencias renovadas, o sus nuevas letras, que siempre envían mensajes distintos según cuándo y cómo lleguen.

Pocas dudas caben. Quienes conocen a Manolo García saben que llegará a Castellón con el entusiasmo que siempre imprime cada vez que sale a la carretera, ese que arrastra a sus fieles allá a donde va. Y los que no viajan con él, lo esperarán como al verano y responderán a su «No, no durmáis, no paréis. No perdáis esa llama febril. No paréis, no descanséis. No juréis que vuestro sol no es el mismo de ayer. No durmáis, no os durmáis».

Y no hay que dormirse, porque el aforo es significativo, pero son muchos los que esperaban la noticia, Manolo vuelve a Castellón.

Quince años pueden ser una eternidad, pero hay quien todavía recuerda aquel día en el que su mestizaje se alió con la conciencia, la que imprime entre versos, como volverá a hacer cantando La gran regla de la sabiduría, aunque lo suyo es más cantar a los amores, los que se quedan y los que se van, como en Océano azul, Quiero esa pasión o Me gustas, donde la duda es si canta o recita cual rapsoda al entonar «Me gustas porque sabes vivir un poco cada día. Me gustas porque sabes regalar tu tiempo con maestría. Demuestras lealtades y defenestras antojos, si hace falta».

ENTRADAS DISPONIBLES / El primer anuncio, a pesar de las distancias cronológicas, tuvo la reacción esperada. Los manoleros castelloneros no van a faltar. Y en esta gira que le está llevando por España, la de Castellón será, sin duda, una parada multitudinaria, como las que esta provincia ofrece a los más grandes. Manolo García se llevará un buen recuerdo, porque se trata de insistirle en que no tarde tanto en volver, que aquí se le quiere igual o más que en cualquier otro escenario.

Porque igual que Urge una primavera cubista, un picassiano alimento de horas azules, una recuperación del censo de ballenas y una revisión de sentimientos, urge que no tarde. Se le espera.