Para Marea fue como si no hubiera pasado el tiempo. Nada hacía pensar que la banda de Kutxi Romero se hubiese tomado un descanso de casi ocho años. Sus letras, su intensidad, su puesta en escena y su revulsivo emocional se mantuvieron intactos en el concierto ofrecido anoche ante cerca de 4.000 personas en el pabellón Víctor Cabedo de Onda, localidad con la que mantienen un vínculo especial, pues fue una de las primeras donde recibieron el calor de un público que sigue siéndole fiel hoy día. De hecho, a sus seguidores de siempre, la mayoría uniformados con camisetas estampadas con la célebre calavera, símbolo de sus ídolos, se sumaron caras de generaciones más jóvenes que se entregaron, en cuerpo y alma, a su portentoso directo. Kutxi Romero, fiel a su peculiar estilo, interpretó los temas del último álbum El Azogue, y tampoco faltaron sus canciones más conocidas llenas de poesía. Kolibrí Díaz y César Ramallo a las guitarras, Eduardo Beaumont Piñas al bajo y segunda voz y Alén Ayerdi a la batería hicieron el resto: elevar el rock a la máxima potencia como solo una banda de su calibre puede hacer y enloquecer a un público que, desde su primera visita a Onda, siente sus canciones como propias. Ellos fueron el plato fuerte pero no el único. El Desván, con Gabriel Gainza al frente, ejerció de telonero con un rock contundente y melódico demostrando que los preliminares pueden fascinar al personal.

Después de las actuaciones, la fiesta siguió a pie de pista con un festival de pinchadiscos con entrada gratuita y que resultó ser multitudinario, alargando esta cita hasta bien entrada la madrugada. Con Marea, El Desván y los Dj’s, la Fira d’Onda 2019 apura sus últimas horas después de una semana en la que la música ha tenido un papel más que relevante en la programación.