Hombre de Altura (“mi pueblo”), aunque nacido en Castellón, y también de altura, mide 1,90 metros, y dispuesto a «conquistar el mundo». Y por eso, además, tiene apellido de conquistador. Mario Orellana Carot, Míster Ciudad de Castellón, que fue elegido el pasado mes de julio en Torre Bellver, opta al título de Míster España Internacional, en una gala que se celebrará el 6 de mayo en la puerta del Rocío, en Almonte, tras una concentración de los 52 finalistas, uno por provincia, de una semana en Matalascañas (Huelva). Mientras, va perfilando su preparación entre sus estudios y el gimnasio, con las puertas abiertas para el mundo de la moda, que es lo que le gusta y al que se está dedicando desde hace tres años.

Pero no solo es un cuerpo bonito, musculado y fibrado. Inteligencia, educación y formación de alta gama conforman un completo perfil de Mario. Tiene dos carreras (Magisterio Infantil, por la Universidad de Zaragoza, y Ciencias y Actividades del Deporte, por la Universidad Católica San Vicente Mártir, de Valencia), está estudiando la tercera (Nutricionista y Dietética en la Universidad Autónoma de Madrid) y tiene un máster del Comité Olimpico Español (COE) sobre Deporte de Alto Rendimiento, que hace que Mario rompa los estereotipos de la superficialidad y la simplicidad en un ámbito en el que Orellana ha ido escalando posiciones en un trabajo que le apasiona, que marca su existencia vital en la superación perfecta. Es entrenador personal, con experiencia laboral en gimnasios de Castellón y Valencia.

‘GUAPO DE LOS GUAPOS’ // “La verdad es que tenía reparos en presentarme al concurso de Míster Ciudad de Castellón, precisamente porque este tipo de certámenes siempre han estado rodeados de mala fama, de enchufismos y de banalidades, pero al final decidí presentarme y gané”, reconoce Mario, a quien desde entonces pasea su escultural cuerpo como modelo y aspira a vivir la experiencia de su trono como guapo de los guapos de Castellón con el ímpetu de quien quiere conocer gente y viajar por el mundo.

Más desfiles, más trabajo, más horas de gimnasio, más estudio desde que es míster, pero también con la satisfacción de hacer lo que le gusta a sus 25 años, casi 26, con todo por hacer y por vivir. Porque, eso sí, no olvida su entorno, su familia, sus amigos y su pueblo, Altura. H