Hace casi 20 años, en un inolvidable dúo con Amaia Montero (es su madrina), Álex Ubago se presentó en sociedad y demostró al mundo que no le tiene miedo a nada. No todos se habrían lanzado a debutar con una de las voces más potentes de la industria española. Pero lo hizo, arriesgó y le salió bien, y consiguió brillar junto a la por aquel entonces vocalista de La Oreja de Van Gogh.

El éxito no fue flor de un día y hoy cuenta las semanas para cumplir el próximo año dos décadas en la industria musical española. Echando la vista atrás, se congratula por haber acumulado más luces que sombras en su carrera y aprovecha su nuevo single para pedir otra oportunidad para enamorar a su público.

--La primera pregunta es obligada. ¿Cómo ha ido el confinamiento?

--Lo mejor que hemos podido, han sido unos meses raros para todos. He intentado aprovechar el tiempo, no tengo la sensación de haberme aburrido en ningún momento. Me he dividido entre la parte familiar, con dos niños en casa, y he aprovechado para componer bastante.

--De hecho, creo que casi se queda atrapado en Colombia.

--Tres días antes del fin de semana que se declaró el estado de alerta en España habíamos viajado a Colombia para seguir con la gira. El día que llegamos empezó la cosa a ponerse un poco más fea. Cuando teníamos el primer concierto el Gobierno colombiano nos obligó a suspenderlo y tuvimos que buscar la forma de volver lo antes posible. Por suerte, pudimos montarnos en un avión al día siguiente y regresar.

--¿En qué punto está esa gira que se ha quedado a medias?

--En estos meses íbamos a estar en México, Cuba y Estados Unidos. Ahora estamos viendo cómo se puede reprogramar todo. Así como aquí en España ya estamos en esta nueva normalidad y a pesar de la incertidumbre por los rebrotes ya se están reprogramando los conciertos, en Latinoamérica todavía está la cosa complicada. Los conciertos de Colombia iban a pasarlos a final de año, pero no se sabe aún nada y en que condiciones se desarrollarán.

- -¿Ha probado ya los conciertos en la nueva normalidad?

--Durante el confinamiento hicimos un par, uno de ellos en una sala de Bilbao vacía, a puerta cerrada, que se emitió por televisión y redes sociales. Fue un poco raro, pero era una alternativa para empezar a hacer cosas. El primer contacto que tengo ahora es el 31 de julio en Vigo, en el Festival Terraceo. Un sitio bastante grande donde se limita el aforo a 400 personas que se sentarán en sillas, con la mascarilla y guardando la distancia de seguridad.

--Quién le iba a decir al Álex que empezó hace casi 20 años que iba a dar conciertos con el público con mascarillas.

--La verdad es que 20 años dan para mucho. He visto desde vender mi música en cassette hasta vivir una pandemia mundial. Pero el balance es buenísimo, estoy muy agradecido y me siento muy afortunado de poder seguir aquí, de seguir haciendo música y de mantener un público bastante numeroso. He vivido experiencias increíbles que ni en mis mejores sueños podía haber imaginado. He aprendido mucho y he conocido ca muchísima gente.

---Y el legado son muchas canciones. ¿Podemos conocerle escuchando su discografía?

- Hay mucho de mí en mis canciones, porque la mayoría son autobiográficas y hablan de mis propios sentimientos y vivencias. Y cuando no lo hacen transmiten mi forma de ver la vida. Hago canciones de muchos estilos y escribo para otros artistas y no son siempre baladas románticas, aunque quizás es por lo que más me conoce la gente. En ellas dejo ver mi lado más sensible, incluso intenso. Por eso muchas veces la gente tiene una idea de mí como una persona introvertida, a veces un poco tristona, y no me considero así. Pero tengo mi lado sensible y a veces me pongo melancólico, y es lo que dejo ver a través de mis canciones

--Escuchando los toques urbanos de su último sencillo, ‘Te pido otra oportunidad’, se ve que su estilo ha evolucionado.

--En el disco nuevo vuelvo a mis orígenes. Sí que va a tener un sonido un poco más actual, pero el tipo de canción vuelvo a mi estilo de siempre, más melódico, más romántico, dentro del pop, no con tantas influencias urbanas como los últimos temas que he sacado. En el último año he sacado un single cada tres meses, ha sido una etapa un poco más experimental. Me apetecía hacer algo diferente,

--En ese nuevo ‘single’ pide otra oportunidad. ¿Es de los que las da?

--Creo en las segundas oportunidades. Hay mucha gente que dice que las segundas partes nunca fueron buenas, pero habría que profundizar en cada caso. En concreto, en esa canción hablo de las segundas oportunidades en el amor. Hay relaciones que son tóxicas y a esas no les daría una segunda oportunidad. Todo depende de las personas, de cómo haya ido esa relación… Pero hay otros casos en los que sí, hay veces que nos equivocamos y tenemos derecho a ello. A veces no tenemos claro lo que queremos en la vida, pero luego nos damos cuenta de que apostamos por volver a intentarlo. Siempre que sea de corazón y con respeto creo en ellas.

-- ¿Habla por experiencia propia?

--Mi historia de amor con mi mujer, con dos hijos en común, es la de una segunda oportunidad. De alguna manera es la historia de la que habla esta canción. A mí me ha salido bien.