La tarde taurina de ayer en Benassal fue de las que hacen afición de verdad. Éxito de público y también artístico en la novillada celebrada en su coqueta plaza, que contaba con el aliciente de la presencia de Miguel Abellán, invitado de honor, padrino y director de lidia de un festejo en el que los novilleros actuantes pudieron disfrutar de las bondades de los añojos de la ganadería de Pablo Mayoral, que envió un buen encierro, en el que sobresalieron las mejores cualidades del encaste Santa Coloma. La plaza registró una excelente entrada,

El propio Miguel Abellán toreó a placer al tercer novillo de la tarde, al que le cortó las dos orejas. En cuanto a los pupilos de la Escuela Taurina de Castellón, a Héctor Edo le perjudicó abrir plaza. Le hizo las cosas bien a su novillo y mató bien, pero el público, todavía frío, aún no había entrado en la tarde y todo quedó en una ovación. Por su parte, Jorge Rivera paseó las dos orejas del último. Supo administrarle muy bien las fuerzas al de Mayoral y dejó muy buenos momentos.

El castellonense Joan Marín, de la Escuela Taurina de Valencia, también desorejó a su novillo y dejó aires de clase, mientras que el albaceteño Fran de Vane cuajó una faena de mucho peso. Por la mañana, Miguel Abellán participó de manera activa en un acto para los niños a los que enseñó a torear. Posteriormente, se presentó el libro Toros para niños, obra de Juan Iranzo.