Mohamed Ben Cheikh, premiado con el Nobel de la Paz en el 2015, destacó la importancia del «diálogo y del consenso» para lograr cualquier transición hacia la democracia. Brindó estas palabras en su intervención de ayer en un Foro Social del Rototom repleto en la charla La diplomacia africana en la resolución de los conflictos, junto a Itziar Ruíz-Giménez Arrieta, coordinadora del Grupo de Estudios Africanos (UAM) y expresidenta de Amnistía Internacional España; y moderada por el antropólogo y secretario general del Centre d’Estudis Africans, Rafa Crespo.

Ben Cheikh acudió como uno de los miembros del Cuarteto Nacional de Diálogo de Túnez y afirmó que cada crisis «es una oportunidad para dar un soplo de aire fresco a un pueblo que espera una renovación política y que quiere combatir el terrorismo».

El Cuarteto jugó «un papel clave para avanzar hacia la democracia pluralista», con una constitución y elecciones, y fue reconocido por ello con el Nobel. Un premio que «es un símbolo de la lucha del pueblo tunecino por la democracia», indicó. Ese proceso, señaló, «ha tenido como resultado unas políticas que apuestan por la educación, la emancipación de la mujer y la máxima democratización». Y se han conseguido «grandes avances». Sobre el proceso cultural de Senegal habló después Youssou N’Dour.