El próximo 19 de noviembre la iglesia de la Asunción de la Vall d’Uixó acogerá un concierto de especial relevancia para los integrantes de la Orquesta Vivaldi, una agrupación con más de 20 años de trayectoria musical en la localidad, ya que será su primera actuación como sinfónica, en un evento organizado por la Asociación Cultural Jacinto Agustí.

Bajo la batuta de Jerónimo Castelló, su director desde enero de este mismo año, están preparando para la ocasión un repertorio que incluirá el Concierto para viola y orquesta en Re Mayor de Karl Stamitz, en la que, según Castelló, «el público disfrutará de la excepcional solista Salomón Torres». Continuarán con Coriolano, obertura de Beethoven, con la participación de toda la orquesta y finalizarán con la primera sinfonía, también de Beethoven, «un repertorio ambicioso y difícil, pero que estoy seguro que la orquesta lo desarrollará tan bien como esperamos».

UNA GRUPO MAYOR / Sobre las razones que han llevado a una orquesta tan consolidada como la Vivaldi a dar este paso, en el que no solo amplían el número de músicos, sino también sus expectativas, Jerónimo Castelló explica que en la ciudad «faltaba una agrupación que incluyera a los instrumentos de cuerda». Su director considera que «este proyecto tiene una función muy importante, que es la de dar la oportunidad a estos músicos de tocar en una orquesta», porque estos instrumentos no siempre tienen hueco en otras agrupaciones.

Hasta ahora, la Vivaldi contaba con 16 intérpretes, todos de instrumentos de cuerda, que ahora han pasado a ser 26, a los que se suma la sección de viento, con 12 personas y un percusionista.

Jerónimo Castelló destaca que el 80% de la plantilla «son músicos de la Vall y contamos con miembros con muchas cualidades musicales». Llama la atención la amplitud de las franjas de edad, que van «desde los 10 años, hasta los que rondan los 50». Esa misma proporción se traslada a los niveles formativos: «Tenemos desde músicos que están empezando el grado medio, hasta los que ya tiene el grado superior».

Los ensayos se han intensificado los últimos días, como se pudo comprobar en el que tuvo lugar ayer, dado que se enfrentan a un importante reto. El espíritu de renovación forma parte de la esencia misma de una orquesta que nació de la mano de Pedro Rivera, quien motivó hace poco más de dos décadas la unión de los dos grupos de cámara, de violines y violonchelos que existían en aquel momento. Rivera se mantuvo al frente de la Orquesta Vivaldi hasta que hace unos años tomó su relevo Teresa Peñarroja, que fue sustituida el pasado mes de enero por Castelló.