La bailaora Sara Baras presenta Sombras, un espectáculo creado con motivo del vigésimo aniversario del Ballet Flamenco Sara Baras. Desde su estreno hace dos años, la artista y su compañía vienen viajando a través de su propio tiempo, de la mano del silencio, de la plasticidad y de la elegancia de su arte, con un protagonista inconmesurable: la farruca, una de las más sublimes exponentes del flamenco a nivel mundial. Ahora, hará parada en la provincia de Castellón, el próximo miércoles 21 de agosto en el Peñíscola From Stage, a las 23.00 horas, con las localidades ya a la venta a través de entradascastellon.com entradascastellon.comy en diversos puntos de Peñíscola (oficina turismo y Muva Beach) y Discos Ritmo de Castelló.

-¿Cómo afronta la actuación del Peñíscola From Stage?

-Me hace mucha ilusión poder actuar en un lugar tan precioso y formar parte del festival. Además, nuestro espectáculo está en un momento muy especial y es muy bonito pensar en la noche tan mágica que pasaremos con el público de Peñíscola.

-¿Cómo nace el espectáculo ‘Sombras’?

-Nace de la celebración de los 20 años de la compañía privada. No queríamos hacer una recopilación de las coreografías o números que más nos habían influenciado en estos años y repetirlos ,sino que pensamos en hacer un espectáculo con todo lo que hemos aprendido, con esa sombra que siempre nos acompaña y que es importante no olvidar tanto de los maestros como de los momentos que nos han marcado. De allí, nace Sombras, señalando por encima de todo la farruca porque es el número que más me ha marcado en toda mi carrera. Es muy gratificante hacer un espectáculo pensando en todo lo bueno que hemos vivido. Nos llena de una energía muy bonita.

-¿Qué ha aprendido creando este espectáculo que no le han dado otros de su larga trayectoria?

--Hay un momento muy especial, cuando bailo con imágenes de niños detrás de mí en una pantalla. Me di cuenta de que no puedo bailar de espaldas a ellos. Tengo que unir mi baile con todos ellos, porque juntos tienen tanta vida que te dan una lección.

-En su espectáculo actual, ‘Sombras’, ¿por qué elige la farruca como hilo conductor?

--Porque la primera vez que hice una farruca, hace ya más de 20 años, me marcó mucho. Era un palo que solían hacer solo los hombres y fue un momento muy importante en mi carrera. Fue posible gracias a la ayuda de mis maestros que supervisaban mi coreografía y me ayudaban, pero con la libertad y el respecto de lo que quería mostrar. Además, la farruca es un palo muy flamenco que tiene elegancia, sobriedad, riesgos y muchos elementos muy importantes para mí.

-¿Cómo va a ser el espectáculo que sube a las tablas del Peñíscola From Stage del próximo miércoles?

--Sombras es un espectáculo con mucha energía, muy colorido, con un director musical y creador de la música, que es Keko Baldemero, con siete músicos en directo y un cuerpo de baile de chicos y chicas, del cual me siento muy orgullosa porque algunos llevan en la compañía muchos años y la conexión que hay entre nosotros se nota. Además, también hay mucha variedad tanto coreográfica como musical. Y se añade por primera vez la pintura de Andrés Mérida, un pintor gaditano que me encanta y hace unos garabatos basados en nuestro baile. Asimismo hay un juego entre la iluminación, la música, el vestuario, el silencio, la pintura, la coreografía, la conexión que existe entre los bailarines y con el público. Todo hace el momento mucho más mágico.

-¿’Sombras’ está coreografiado únicamente por usted?

-Sí, las coreografías son mías y la música de Keko Baldomero. Después, también hay movimientos hechos por el cuerpo de baile y mías. Es un espectáculo que nace de algo muy personal, del poder mantener en nuestra sombra las cosas que nos han marcado para soñar y seguir soñando con este mundo tan precioso.

-¿Cómo lleva el ritmo de la gira?

-Muy bien. Lo que llevo un poco peor es separarme de mi hijo. Él lo lleva muy bien e intentamos aprovechar el tiempo que estamos juntos pero con la ayuda de la familia todo es mucho más fácil de llevar. Antes me podía permitir ir de gira durante meses por el extranjero pero desde que nació mi hijo las cosas han cambiado mucho. Por lo demás es una maravilla, el público está muy entregado y la gente se vuelca con lo que hacemos.

-¿En qué se inspira para cada espectáculo?

-Pues la verdad que cuando llevas tantos años en el escenario te da como un poco de miedo pensar qué será lo siguiente. Pero tengo la suerte de contar con gente alrededor que me proponen ideas. Además, vivo en una tierra que me inspira mucho. Me gusta arriesgar en cada espectáculo.

-¿Qué siente cuando baila?

-Es algo muy especial. Antes de salir a actuar hay mucha responsabilidad pero cuando estamos encima del escenario nos damos cuenta de la conexión que existe con el público, la música, el silencio… y es muy bonito.

-Después de tantos años en el escenario, ¿ya ha construido su propio estilo?

-Creo que sí. En la compañía hay como un sello que ya nos identifica, una forma de bailar que se ha convertido es nuestro sello personal. Creo que esto es muy importante porque los maestros lo primero que te enseñan es a respectar la tradición, pero también a aportar y hacerlo desde el corazón, según lo sientes.

-¿Qué le espera en los próximos meses?

-La verdad es que con el espectáculo de Sombras estamos hasta arriba de trabajo. Seguimos con la gira hasta finales de año. En 2020, de enero a julio, empezaremos con la temporada en Madrid y después iremos por Asia, Sudamérica, México, etc. Además, intercalo mi trabajo en la compañía con la asociación Mi Princesa Rett, de la cual soy madrina y me gusta siempre poder ayudar en todo lo que puedo. Aunque en breves, ya habrá que ir pensando en el próximo espectáculo.