Una lección de historia en uno de los espacios más emblemáticos de la provincia. El espectáculo Nerón triunfó por partida doble en la clausura del festival de teatro clásico de Peñíscola. Las expectactivas quedaron sobradamente cumplidas, ya que la venta de localidades completó el aforo disponible varios días antes de las representaciones. Uno de los rostros más conocidos del panorama nacional, Raúl Arévalo, encarnó al emperador romano, en un espectáculo que cosechó una cálida acogida con motivo de su estreno absoluto, en el festival de Mérida. Itziar Miranda o José Manuel Seda fueron otros de los papeles destacados en un proyecto artístico dirigido por Alberto Castrillo Ferrer, con texto de Eduardo Galán y coproducido por el certamen de la capital extremeña y la compañía Secuencia 3.

REFLEXIÓN / Al igual que otras de las propuestas de esta edición del festival peñiscolano, los espectadores no solo tuvieron la oportunidad de conocer los hechos de uno de los dirigentes más controvertidos de la civilización romana, sino que pudieron extraer lecciones sobre el presente. Conceptos como el abuso de poder, la depravación o la cobardía ante los tiranos salieron de los diálogos de los intérpretes durante una intensa hora y media.

Los dos pases de la función, tanto el sábado como anoche, fueron el broche de oro de un festival que convirtió el patio de armas de la fortaleza peñiscolana en un escenario por el que pasaron autores como Cervantes, Fernando de Rojas o Shakespeare.

El evento, organizado por la Diputación de Castellón, se desarrolló a lo largo del mes de julio, como complemento a la actividad turística del municipio. El vicepresidente de la institución y diputado de Cultura, Vicent Sales, destacó que esta veterana cita «se consolida entre los referentes de nuestro país porque en él hemos hecho converger la autenticidad del espacio con la calidad de la programación y una atmósfera única que se respira gracias a la exclusividad del mismo».