CASTELLÓN La lluvia fue ayer la invitada de excepción en la última jornada del Festival de Danses de l’Antiga Corona d’Aragó, cuyas actuaciones, público y participantes tuvieron que mudarse a la Pérgola. Pese a las inclemencias, el festival se desarrolló con normalidad y acaparó el entusiasmo de quienes se acercaron al recinto, donde pudieron disfrutar de las actuaciones.