A la espera de que suene la música, los fibers han tomado las playas dispuestos a disfrutar a tope de unas frenéticas e inolvidables vacaciones en un destino turístico como es Benicàssim. Sol, playa y muchas ganas de fiesta. Es lo que se desprende de los más de 5.000 jóvenes que se pasean estos días por la Ciudad de la Música y que empiezan a dar color a sus cuerpos tumbados en la arena y disfrutando de la brisa del mar.

Será mañana cuando comiencen las cuatro jornadas de conciertos en el recinto que les harán saltar y bailar hasta altas horas de la madrugada al ritmo de sus bandas favoritas. Travis Scott abrirá con hip hop el cartel, que está encabezado por The Killers, que repetirán actuación en el Festival Internacional de Benicàssim este viernes. Pet Shop Boys o Liam Gallagher (ex de la mítica banda Oasis, una de las más incondicionales de la historia del FIB) son otros dos cabezas de cartel que se subirán al escenario principal Las Palmas, el sábado y el domingo, respectivamente.

En el plano musical, la organización anuncia la cancelación del concierto de Rag’n’Bone Man, que se cae del programa. El popular artista británico, que saltó a la fama con su exitoso primer álbum Human y que tenía previsto debutar este año en el festival indie con una actuación este viernes, justifica su ausencia por una «repentina enfermedad», que le ha llevado a cancelar su gira, según informan desde la organización. «El artista se ha visto obligado a tomar la decisión, en contra de su voluntad, por prescripción médica. Pedimos disculpas por este contratiempo inesperado y le deseamos una completa y rápida recuperación», concretan.

ACTIVIDAD // Mientras abren las puertas del recinto, los fibers se refugian en las zonas de acampada, que están abiertas desde este lunes, y los espacios de sombra de los paseos marítimos y de las playas. Por eso, aunque se les puede ver por prácticamente todo el litoral, la pinada del anfiteatro Pepe Falomir, junto a la Torre Sant Vicent, es una de sus zonas favoritas y donde mayor cantidad de asistentes se concentran.

También recargan pilas en los bares y restaurantes de la localidad, donde aprovechan para tomarse algo, desayunar, comer o cenar. Además, pasan por el pueblo, de camino a las playas, para hacer algunas compras, de bebida, comida, hielos o artículos tan codiciados con el calor y estas altas temperaturas como cremas solares, bañadores, toallas, colchonetas. Todo, para pasar unas vacaciones de ensueño.