A veces, no demasiadas, cosas buenas pasan a gente buena. Sí, queda algo de justicia cósmica en el mundo. 'Possessor', obra del talentoso Brandon Cronenberg, uno de los directores que seguramente marcarán el cine fantástico del futuro, ha sido distinguida como mejor película en el festival de Sitges. Y el propio Cronenberg ha sido reconocido, con toda lógica, como mejor director. El jurado ha tenido, además, el buen gusto de dar una mención especial a Natalie Erika James, directora de 'Relic', otra voz que dictará claramente el devenir del cine de género.

'Possessor' (o la versión sin recortes morales vista en Sitges, 'Possessor uncut') es un virulento y sexuado tecno-thriller en torno a una asesina a sueldo, Tasya Vos (Andrea Riseborough), agente estrella de una corporación que, sirviéndose de implantes cerebrales, invade mentes y cuerpos de terceros y convierte a estos en insospechados sicarios. Cada vez más insegura de su identidad, Vos está pensando en tomarse un tiempo, pero acepta un nuevo trabajo: asesinar al CEO de una compañía de procesamiento de datos, John Parse (Sean Bean), y también a su hija Ava (Tuppence Middleton), a través del novio de esta última (Christopher Abbott); de su cuerpo, de su conciencia. Además de un thriller conspiratorio último modelo, 'Possessor' es un drama sobre psiques fragmentadas, algo que sirve a Cronenberg para ofrecer imágenes de psicodelia embrujadora, difíciles de desalojar de nuestro cerebro una vez se han consumido.

El jurado formado por el productor David Matamoros, el director Víctor García ('Gallows Hill'), la productora María del Puy Alvarado, la actriz Juana Acosta y el agitador cultural Borja Crespo ha valorado de 'Possessor' "su voz propia", djo Crespo, así como su capacidad de impacto: "Durante los primeros quince tiempos, no se oía a nadie la sala", recordaba Matamoros. "En Sitges la gente aplaude durante la violencia, pero en esta no se aplaudía, todo el mundo estaba demasiado metido en ella". Y consternado, se supone. Con su premio al mejor director, Brandon sigue los pasos de su genial padre de Brandon, David Cronenberg, ganador del premio al mejor director en Sitges por 'Vinieron de dentro de' en 1975 y por 'Spider' en el 2002, el mismo año que se le concedió el premio honorífico Màquina del Temps.

Otra película con doble premio ha sido 'La nube', de Just Philippot, una de las películas del programa de este año que han señalado el resurgir del cine francés de género. Este relato de terror catastrófico-ecologista cuenta la historia de una granjera soltera con problemas económicos, unos hijos en edad de crecimiento y la dudosa idea de criar saltamontes comestibles con sangre humana. El jurado le ha concedido su premio especial y el premio a la mejor interpretación femenina (para "la extraordinaria actriz", según Juana Acosta, Suliane Brahim); Marin Ireland, protagonista de 'The dark and the wicked', ha obtenido mención especial. A la vez un drama de poético naturalismo y efectivo ejercicio de terror de insectos (dos cosas solo en apariencia contrarias pueden ser verdad al mismo tiempo), 'La nube' merece el éxito en las salas este próximo diciembre.

RENACIMIENTO DEL 'FANTASTIQUE'

Tras su explosión de finales de los 'dosmiles', el fantástico francés había caído en declive por culpa de productores temerosos, una crítica recelosa y un público poco chovinista con el género. Pero el programa de este Sitges ha subrayado un indiscutible renacer que también se ha reflejado en los premios. Además de 'La nuée (La nube)', hemos visto delicias como 'Mandíbulas', la comedia 'de colegas' con mosca gigante de Quentin Dupieux (premio ex aequo a la mejor interpretación masculina para Grégoire Ludig y David Marsais), o 'Teddy', de Ludovic y Zoran Boukherma, un hilarante a la par que sobrecogedor 'Teen wolf (De pelo en pecho)' en la Catalunya Nord (premio de la crítica José Luis Guarner).

Otras películas reconocidas por el Jurat Oficial Fantàstic han sido 'Comrade Drakulich' (mejor guion), 'Mosquito state' (mejores efectos especiales, un premio algo discutible), 'Baby' (mejor música, "muy bonita, de verdad", según David Matamoros) y 'The dark and the wicked' (mejor fotografía).

'My heart can't beat unless you tell it to', especie de amarga revisión de 'Déjame entrar' en una América en penumbra, no solo ha obtenido el premio a mejor filme de Noves Visions, sino que su autor, Jonathan Cuartas, ha sido considerado director revelación (premio Citizen Kane) por el jurado crítico. También han resultado premiados filmes como 'Ivan, O TerrirVel' (mejor película de Sitges Documenta), 'High tide (Marea alta)' (mejor película Blood Window), 'Seven days war' (mejor largo de Anima't), 'She dies tomorrow' (premio jurado Carnet Jove al mejor largo fantástico) y 'La vampira de Barcelona' (premio del público), que según Crespo "no llamó mucho la atención" al jurado.

Tras la lectura de premios, Matamoros quiso dar "gracias, sobre todo, al público, porque no dejábamos de ver llegar gente a las salas, hasta el límite permitido, claro". Y propuso, para el próximo año, un premio al mejor vídeo de presentación: "Brandon Cronenberg vive al lado de una fábrica de chocolate. Tengo ganas de ir a verlo".