Fue el gran triunfador de la temporada pasada en Vinaròs. Debutó en la plaza marinera y el carisma del pirata acabó conquistando a una afición entregada al Ciclón de Jerez. Juan José Padilla regresa en una temporada muy importante para él, marcada por esa Puerta del Príncipe que logró abrir en la Feria de Abril de Sevilla.

--Regresa a Vinaròs...

--Estoy contento de volver. El año pasado pude sentir su cariño y respeto. Tras 23 años, la gente continúa esperando a Padilla y eso me satisface mucho.

--Comparte cartel con Varea y El Fandi, la misma terna que toreó el año pasado en agosto.

--Varea tiene cualidades nada normales, con una expresión artística innata y un toreo sentido excepcional. Lo he seguido desde becerrista, he toreado con él en el campo y siempre he estado pendiente de su carrera. Y El Fandi tiene un afán de triunfo envidiable y unas facultades tremendas.

--Es un torero con suerte en esta provincia. Además de Vinaròs, Castellón es otra de las plazas en la que está triunfando. En Magdalena salió a hombros.

--Me siento muy querido, Castellón siempre ha sido un referente para mí. Es una plaza en la que quiero triunfar y estar todos los años. Recuerdo que cuando era un niño y estaba en la tapia en las ganaderías de la Ruta del Toro, las figuras que llegaban en invierno a tentar lo hacían pensando en Castellón y eso me marcó.

--Ha sido el gran triunfador de la Feria de Abril de Sevilla. Su frase “luchad por vuestros sueños porque se hacen realidad”, es un ejemplo real.

--Lo de Sevilla fue un regalo de Dios. Me hubiese gustado que el triunfo hubiera llegado antes porque habría empujado mi carrera, pero como dice la frase: “Yo no estoy donde quiero sino donde Dios quiere que esté”. Fue uno de los momentos más felices de mi carrera. Fue precioso porque allí estaban todos los doctores que me atendieron en mi percance, estaba toda mi familia, mi mujer que es el equilibrio de mi balanza y mi hija que me ayudó a ponerme el capote de paseo en el patio de cuadrillas, e incluso ella sabía que me iba a ir a la puerta de chiqueros,

--Se adivina un Padilla feliz, pletórico y disfrutando de cada momento de su carrera.

--¡Estoy disfrutando tanto de la profesión, estoy feliz! Pero es una felicidad también personal, tengo unos hijos maravillosos y una mujer con una belleza interior y exterior única. Eso me lleva a tener un compromiso mayor en la plaza. No quiero fallar ni defraudar. En Madrid, por ejemplo, sabía que el toro me podía coger, lo tenía asumido, pero es bonito sentir el respeto de esa plaza y de tus compañeros, mucho más que si hubiera cortado una oreja en Las Ventas. H