-Recibir premios es algo obviamente fabuloso. Pero, más allá de eso, ¿para qué sirven?

-Para nada. Sí, tu ego recibe cierto alimento. Pero, al margen de eso, este premio no influirá en cómo voy a afrontar mi próximo personaje. Sentiré los mismos miedos y las mismas inseguridades.

-Como premiado por parte de la Academia Europea del Cine, ¿siente que el cine europeo está bajo amenaza? ¿Siente que Europa lo está?

-Siempre tuve la sensación de que en el continente había cada vez más tolerancia, pero ahora el discurso político generalizado va en sentido contrario. Y me da miedo. Temo al ascenso de la derecha en Italia y en Polonia, y al creciente autoritarismo en Rusia, y al populismo intolerante en mi propio país. Pero también me da miedo la corrección política que hay al otro extremo. Ambos extremismos son igual de peligrosos.

-Está a punto de estrenar su nueva película como director, un biopic sobre Rudolf Nureyev titulado 'El cuervo blanco'. ¿Tiene intención de pasar cada vez más tiempo detrás de la cámara y menos delante de ella?

-No sé qué va a pasar. Rodar esta película ha sido complicadísimo, muy estresante. Tengo ganas de pasar un tiempo siendo solo un actor.

-¿Le resulta más fácil?

-Mucho más. Es decir, rodar me apasiona, pero todo el proceso de conseguir la financiación que conlleva es terrible.

-En su faceta actoral, ¿qué criterios sigue a la hora de escoger sus proyectos?

-Al final creo que depende de quién sea el director y quiénes, el resto de actores. Rodar una película implica estar rodeado de mucha gente durante diez semanas, así que debería ser gente agradable.

-¿Qué directores le han dejado más huella a lo largo de su carrera?

-Anthony Minghella, Itsvan Szabo y Fernando Meirelles. Y Steven Spielberg, con quien rodé 'La lista de Schindler'. Es un tipo muy directo, y muy honesto. Lo tiene todo muy claro y está lleno de energía. Y, por encima de todo, hace que nadie se aburra en un rodaje. Y eso es importante, porque rodar una película es aburridísimo.

-Su papel en 'La lista de Schindler' sigue siendo uno de los más importantes de su carrera. ¿Diría que interpretar a villanos es más atractivo que encarnar a héroes?

-No, los papeles oscuros llaman más la atención, pero no quiero seguir interpretando a gente mala. Sinceramente, no sé por qué, pero no me apetece.

-Por otra parte, a lo largo de su carrera apenas ha interpretado papeles cómicos. ¿Por qué?

-Tengo la sensación de que los directores no me ven capaz de ser gracioso.