Energía positiva a raudales. Al otro lado del hilo telefónico surge una voz espontánea que insinúa una sonrisa franca, casi iluminada de inmensas ganas de vivir y de gratitud a una profesión a la que se ha entregado más de 50 años. Raphael eterno y metamorfeseado en icono multigeneracional, sigue siendo esplendor y resplandor, inteligencia y sensibilidad, ternura y mandamiento musical. El Niño de Linares regresa a Castelló mañana en una etapa de su gira REsinphonico. Halaga al público castellonense calificándolo de «maravilloso».

--Más de 50 años después y usted sigue estando en el candelero.

--Me gusta lo que hago. Cada día aprendo una cosa nueva. Siempre tengo proyectos, ganas de hacer cosas. Es mi profesión, cantante, y a ella me dedico en cuerpo y alma. No se hacer otra cosa.

--¿Por qué un estilo sinfónico ahora en sus recitales?

--Ya había hecho sinfónico hace años. Ahora vuelvo como un reto, como una nueva forma de expresar lo que siento, de generar emociones, de vivir.

--¿Cuál es su secreto?

--El secreto es trabajar, trabajar y trabajar... inventar cosas, definir proyectos, hacer posible que la gente pueda sentirse feliz con las canciones que interpreto. Es mi único objetivo. Eso lleva a renuncias, pero también a grandes satisfacciones, como el contacto con la gente, el saber expresar sentimientos. El entregarme al público y darle las gracias.

--Y, siempre sonriendo.

--Hay que tener siempre energía positiva. Hay que vivir. Aprovechar cada segundo porque la vida se nos escapa y no hay vuelta atrás. He tenido suerte, pero también he trabajado mucho. Y, sobre todo, tengo la misma ilusión del primer día en el que empecé mi carrera de cantante.

--Pero, tiene fama de exigente.

--Me gusta hacer las cosas bien. Buscar la máxima perfección. Alcanzar la calidad extrema y eso solo se hace trabajando.

--La gira de ‘RESinphonico’ ha recorrido ciudades como Londres, París, San Petesburgo... ¿Cómo ha respondido el público y en culturas tan diferentes?

--Un éxito total, conciertos históricos. Sin embargo, todos los días son un reto, una aventura.

-Y qué le da a su público para tener estos éxitos.

--La gente a lo largo de estos años ha entendido mi forma de cantar. Ha captado quién soy y cómo me entrego. En la vida, ni en el mundo del espectáculo, nadie te regala nada. El público agradece el ser como uno es.

-Usted, además, ha preservado siempre su intimidad personal y familiar. Nunca ha protagonizado ningún escándalo.

-Ha sido una apuesta personal. He querido estar lejos de cualquier circunstancia que empañara mi carrera o afectara a mi familia.

-¿Cómo es el público de Castelló?

--Yo he actuado muchas veces en Castelló. Voy tranquilo. Sé que es un público maravilloso. Tengo ganas de cantar en Castelló.