Ambientazo rockero y punk en el Moll de la Costa del Grao, que ayer recibió a unos 8.000 asistentes al festival Red Pier. Auténticos melóman@s que quisieron disfrutar de la música y del sol en un enclave privilegiado como el distrito marítimo durante algún momento de la jornada.

El protagonismo indiscutible fue por la mañana para los moteros del Castellón Chapter, que festejaron su mayoría edad y organizaron en su XVIII aniversario una paella monumental para medio millar de personas. Unas 300 Harley Davidson se concentraron en el paseo Buenavista y acapararon todas las miradas, luciendo sus mejores galas para orgullo infinito de sus propietarios.

A las 17.00 horas se abrió la veda de la buena música con la actuación de la banda castellonense The Cutting Fingers, con un estilo propio «entre el grunge, el rock inflamado, el punk y el noise», como ellos mismos definen. A pesar de ser los primeros en tocar y del calor, más de un centenar de personas no quisieron perderse los enérgicos temas de su álbum Manchester Crows.

El dueto femenino de origen gallego Bala fue el segundo grupo en pisar el escenario y lo hizo con muchas fuerza. Unas quinientas personas saltaron con sus canciones y no perdieron la oportunidad de ver a dos artistas que estarán próximamente actuando en California, Los Ángeles, Santiago de Compostela y Bogotá.

Vello de punta y emociones a flor de piel en el último concierto de la histórica banda punk de Castellón Depressing Claim, que logró concentrar en el Moll de la Costa a 2.000 espectadores.

Los catalanes The Meows, The Limboos --con un fresco rhythm & blues exótico que han paseado por Europa-- y Cápsula hicieron vibrar al Grao una vez cayó el sol. Hoy sigue la fiesta con Heatwaves (17.30 horas), Nat Simons (18.50) y Bandits (20.35) para poner la guinda al fin de semana rockero.