La Escuela Taurina de Castellón sigue manteniendo un intenso septiembre. A la clase práctica del sábado en Orpesa, se sumó el debut de luces de Jorge Rivera el domingo en Yecla, que resultó todo un éxito para el joven novillero. Rivera, que vestía el chispeante por primera vez, corinto y oro, se encontró con un buen novillo de Apolinar Soriano al que al final acabó cortando el rabo.

Conquistó a la afición con un toreo sincero y sin reservas. Inteligente, despejado de ideas y objetivo claro: el triunfo. Brindó el novillo a Soler Lázaro.

Un día antes, Rivera cortó dos orejas en Orpesa, que puso de manifiesto el interés de la nueva oleada de la cantera castellonense. Héctor Edo, con eral de corto viaje, tuvo que tirar de recursos y acabó metiendo en el canasto al novillo. A Marcos Caro se le vio dar un paso adelante con el temple como base. El Ceci sorprendió por un concepto distinto, buen gusto y personalidad. Todos cortaron dos orejas, salvo Marta Borao, que dejó muestras de su raza y entrega en el ruedo.