Metáfora de nuestro tiempo. “¡Qué fácil es convertirse en indigente!”, así lo proclama Pere Cervantes (Barcelona, 1971), policía-escritor o escritor- policía, no necesariamente en este orden, quien presentó ayer su tercer novela en Librería Argot y que, bajo el título de Rompeolas, es “la búsqueda de la identidad como elemento preciso para no sucumbir ante la vida”, en una Barcelona de fashion y de lados oscuros, como lugar donde transcurre una acción que, sin ser género negro, adquiere tintes de thriller, con diversas acciones y ambientes policiales.

Numerosos compañeros y amigos de Cervantes quisieron estar presentes en la puesta de largo del que es su nuevo negro sobre blanco, y que cuenta la historia de “un indigente, de buena familia, que trata de pasar sus ultimas horas en el desaparecido rompeolas barcelonés, antes de inyectarse una dosis letal con la que acallar sus remordimientos”.

PERSONAJES QUE CONVERGEN // “Un exarquitecto abocado a la indigencia, en un drama profundo, y con él, una mujer embarazada e ilegal y un joven estudiante de cine, tres personajes distintos que convergen en un mismo lugar”, como explica Cervantes, en un relato reflexivo que “refleja la pérdida de valores, las máscaras que llevamos siempre puestas y el tiempo que perdemos sin ser nosotros mismos”, concreta el autor, que sentencia que “hay que vivir la vida tal como uno es”.

Tras el libro Trankis papas, un manual sobre los riesgos de internet para los niños, escrito al alimón con Oliver Tauste, La soledad de las ballenas, redactado también a dúo con Juan Silvestre Gabarrón y Trescientos sesenta y seis lunes, Cervantes nos acerca, con su nueva novela, a un mundo de ausencias, “porque la felicidad en soledad no existe”, y a unos protagonistas “que sufren severas amputaciones emocionales”.

Cervantes prepara ya la que será su inmersión directa en un thriller, con una obra titulada Solo se muere una vez, pero para su publicación “aún queda mucho”.

Mientras, Rompeolas inicia su singladura como evocación de un tiempo presente, en un proyecto literario en el que, nos recuerda Pere Cervantes, “resulta que ser indigente resulta de lo más fácil y, a veces, las circunstancias más adversas y coincidentes conducen a una serie de personas a la autodestrucción social, sin poder escapar de ello, en una realidad que es cruel y dramática”. H