Vuelve la South Beach al FIB, una de las zonas más marchosas del festival, para viajar hasta el Miami de los años 80. Y regresa más grande y con novedades. Hasta 50.000 kilos de arena han hecho falta para dar forma a una de las zonas más exóticas del recinto, que trata de recrear la playa de Miami con tres piscinas.

El director del FIB, Melvin Benn, afirmó que este espacio del recinto ha ido a más este año en relación al 2016. «No ha parado de crecer y esta vez tiene mucha más producción y una nueva zona dentro del área que se llama Lifeguards», según explicaron ayer desde la organización de la South Beach. Se trata de una minizona dentro de la Pool Party que simboliza a los socorristas de las playas de Miami y anima a los fibers a interactuar y divertirse.

Por la South Beach también hay tres barras de bebida, para tomarse un cóctel refrescándose con los pies metidos en el agua.

La fiesta no para, con programación de pinchadiscos de talento local que llenan de marcha el recinto con éxitos de r’n’b, indie pop, house y electrónica.

Además, siguen los patinadores y bailares para dinamizar el espacio y dar la bienvenida, maquillados y con vestidos ochenteros muy divertidos. También hay bailarines profesionales de academias de la zona, que animan junto a los pinchadiscos.

Con todo, se convierte cada edición en uno de los lugares favoritos para muchos fibers, que optan por bailar los temas más míticos en un ambiente exclusivo y que consigue transportar al público a otra época. La mayoría escogen este espacio musical entre grandes conciertos, para acabar la noche con una gran fiesta o para huir de las grandes masificaciones durante aquellas actuaciones más importantes.

Los 50.000 kilos de arena han sido aportados de una cantera de la provincia, según señalaron desde la organización.