Al principio de 'Star Trek: Más allá', el capitán de la nave 'Enterprise', Kirk (Chris Pine), se siente perdido en el espacio. Después de 966 días de viaje, confiesa, no le encuentra a su propio periplo ni sentido ni propósito, y lo mismo le pasa a la saga que protagoniza. Originariamente, recordemos, 'Star Trek' es unproducto del optimismo de finales de los años 60: fue concebida como un canto a las mejores cualidades de la humanidad y al tipo de futuro que podía crear para sí misma. En el mundo del 2016, su sincera creencia en la razón, la diversidad y la tolerancia está más bien fuera de lugar. ¿Qué sentido, pues, tiene hoy el universo creado por Gene Roddenberry hace justo ahora 50 años?

'Star Trek: Más allá' sostiene que son precisamente las cosas que sitúan a 'Star Trek' fuera de lugar en la cultura moderna las que dejan clara su ineludible relevancia. En un tiempo en el que los telediarios retratan un mundo cada vez más apocalíptico, el mensaje de diversidad, tolerancia y trabajo en equipo patrocinado por Roddenberry brilla como un faro que señala el camino que deberíamos seguir. En ese sentido, la nueva entrega conecta mucho más íntimamente que sus dos predecesoras inmediatas con el espíritu primigenio de uno de los universos más expansivos de la ficción popular moderna.

UNIVERSO MONUMENTAL

Desde su nacimiento, 'Star Trek' ha generado 13 largometrajes, docenas de 'fan films' y alrededor de 725 horas de televisión repartidas entre seis teleseries; una producción monumental que durante décadas nutrió a generaciones de fans fieramente leales (de hecho, fueron ellos, los 'trekkies', quienes prácticamente inventaron el concepto de 'fandom' tal y como hoy lo conocemos) y que a principios de este siglo empezó a perder fuelle.

En el 2002, 'Star Trek: Némesis' fracasó en taquilla; tres años después, la teleserie 'Enterprise' fue cancelada tras cuatro temporadas a causa de la baja audiencia. Cuando J.J. Abrams asumió el encargo de reiniciar la saga, se propuso hacerla accesible incluso para quienes se tomaban a los 'trekkies' a guasa. ¿Cómo? Adaptándola al léxico propio del 'blockbuster' actual o, en otras palabras, sacudiéndole de encima el ángulo filosófico y el comentario social y emparentándola con 'Star Wars'. Las películas que Abrams dirigió, 'Star Trek' (2009) y 'Star Trek: En la oscuridad' (2013), se dedicaron menos a descubrir mundos nuevos y extraños que a rodear a Kirk, Spock (Zachary Quinto) y el resto de tripulantes de la 'Enterprise' de efectos especiales, explosiones y villanos decididos a destruir una ciudad, un planeta o el cosmos.

PRINCIPIOS ESENCIALES

'Star Trek: Más allá', es cierto, no se aleja sustancialmente de esa fórmula. En ella nuestros héroes se enfrentan a Krall (Idris Elba, enterrado bajo maquillajes y postizos), que les tiende una trampa y destruye su nave y se propone someter a la galaxia. Sin embargo, también parece tratar de reconciliar la saga con sus principios esenciales: la exploración, la diplomacia, la esperanza en el mañana y el trabajo en equipo.

Sobre todo, el trabajo en equipo: en esta ocasión tras la cámara se encuentra Justin Lin, que al frente de la franquicia 'Fast & Furious' (dirigió cuatro de sus entregas) ya demostró qué bien se le da convertir equipos de profesionales en verdaderas familias putativas. En las interacciones entre los personajes de esta última película hay una nueva intimidad, como si desde los acontecimientos narrados en 'En la oscuridad' hubieran vivido juntos muchas de las aventuras que Roddenberry y sus discípulos idearon en el pasado para televisión.

De hecho, a ratos, 'Star Trek: Más allá' parece más un episodio televisivo que un 'blockbuster' veraniego, tanto por tamaño como por espíritu. Lin y sus guionistas, Doug Jung y Simon Pegg (que también repite delante de la cámara en la piel del ingeniero jefe Scotty), se muestran conscientes del absurdo consustancial a 'Star Trek' y, de algún modo, lo celebran. No les faltan motivos: 'En la oscuridad' era un 'thriller' conspiranoico repleto de hombres-bomba y corrupción en las altas esferas. Hacía honor a su título, y quizá por ello despertó las iras de los fans. Ahora, 'Más Allá' es una forma de enderezar el rumbo. Un viaje hacia la luz.