Desborda simpatía a raudales. Miembro de una extensa saga de actores, su clase humana y artística surge a borbotones desde la humildad y la voluntad de seguir aprendiendo. Emma Ozores protagoniza, con Vicente Renovell, El último que apague la luz, comedia de alta gama que levanta el telón del 2016 en el Teatro Principal de Castellón el sábado 16.

--¿Qué nos ofrece con ‘El último que apague la luz’?

--Es una comedia divertidísima que dirigió mi padre, estrenada en el 2010. Una obra con mucha gracia y muy original para que la gente disfrute. Para que se lo pase bien.

--La obra la coprotaginiza con Vicente Renovell. ¿Eso supone también un ‘duelo’ actoral?

--Pues, casi, casi (ríe a carcajada limpia). Recuerdo que cuando estrenamos la obra en Aranjuez me quedé impresionada. Me dejó KO. Enseguida me dí cuenta que tenía que jugar, que tenía que enfrentarme a él en el mejor sentido actoral de la palabra.

--¿El humor es necesario en la situación actual? ¿Hay que reirse?

--Claro que sí. Hay que aplicar la risa en los momentos difíciles. Tenemos que desarrollar el sentido del humor como filosofía de vida. Y es que tener buen humor es para gente inteligente. Hay que pensar siempre en cosas divertidas. En hacer la vida más fácil desde la risa y el poder hacer reir a la gente.

--Y, ‘El último que apague la luz’ plantea las relaciones de pareja desde el humor, ¿no?

--Plantea muchas situaciones: los celos, la timidez, la infidelidad, el divorcio, el enamoramiento... Situaciones en las que el espectador se ve reflejado. Pero, además, interactuamos con el público. Queremos que quienes vengan a vernos no solo se rían, sino que participen directamente del espectáculo. Que también sean protagonistas. Que entren en la obra. Que sean nuestros cómplices en los diálogos y en las escenas.

--¿Cuándo fue la última vez que vino a Castellón? ¿Cómo espera que sea su estancia?

--Ya hace años. Creo que la última vez que estuve fue con Desnudos en el Central Park. Tengo ganas de volver. Estaré ya el jueves y ofreceré una rueda de prensa para dar a conocer la obra. Quiero disfrutar de la ciudad y de sus gentes. Estar a gusto. Siempre me han tratado muy bien.

--Después de Castellón, ¿dónde actúa?

--Volvemos a Madrid con una minitemporada en el Teatro Amaya que se inicia el 18 y se cierra el 12 de febrero.

--Usted pertenece a toda una saga de actores. ¿Eso le ha marcado, verdad?

--Pertenezco a la sexta generación de actores. Algo tendré de ellos, seguro. Pero para aprender el oficio hay que tener mucha humildad. Hay que fijarse mucho en las enseñanzas recibidas. Nunca tengo suficiente. Quiero aprender todos los días. H