Cuando se empezaba a hablar de fatiga de superhéroes, llegó 'The Boys' para recordar que no existen géneros agotados, solo creadores sin energía. Con su adaptación del cómic de Garth Ennis (guion) y Darick Robertson (dibujo), el veterano Eric Kripke (creador de 'Sobrenatural') se marcó un derroche de energía y personalidad, sublimación a la vez que pulverización satírica del mundo superheroico, y ataque feroz, por extensión, contra capitalismo y corporativismo.

El mundo de 'The Boys' se parece al nuestro, con la salvedad de que los superhéroes viven entre nosotros y usan las calles como patio de recreo. Tras perder a su novia por culpa del veloz A-Tren (Jessie T. Usher), el apocado Hugh Campbell (Jack Quaid) decidía sumarse al grupo de mercenarios titular, liderado por el engreído Carnicero (Karl Urban) y completado por Leche Materna (Laz Alonso) y Frenchie (Tomer Capon), el tipo duro cuyo caparazón resquebraja Kimiko (Karen Fukuhara).

Los Chicos tienen una misión: acabar con el supergrupo Los Siete y el creciente monopolio sobre la sociedad del conglomerado que los gestiona, Vought International, liderado por Stan Edgar (Giancarlo Esposito), por mucho que el súper Patriota (Antony Starr) crea llevar las riendas. La banda cuenta como sufrida topo con Luz Estelar (Erin Moriarty), con quien Hughie tuvo un corto romance.

ESTRENO CON AIRES DE EVENTO

Estamos ante una serie el doble de nihilista que la saga 'Deadpool', pero con las suficientes dosis de amor y camaradería para enganchar a muy diversos tipos de espectadores, incluyendo a los que somos idealistas, a pesar de todo. La primera temporada fue 'hit' sorpresa, y la llegada de la segunda, este viernes, tiene ya aires de evento. Quizá por cultivar la conversación en torno al fenómeno, Amazon estrenará un episodio a la semana en lugar de ofrecerlos todos al unísono.

La temporada arranca donde acabó la anterior, con Los Chicos escondidos de los súpers, de Vought y el FBI. Por su parte, Luz Estelar sigue tratando de sobrevivir como doble agente y pasar casi desapercibida para un Patriota cada vez más desbocado. El letal súper no lleva bien la incorporación a Los Siete de Stormfront (no un hombre, como en los tebeos, sino Aya Cash), al parecer peor villana que él mismo.