Hace ocho años que Lea Vicens salió de su Nimes natal en busca de un sueño en España: ser rejoneadora. Desconocía totalmente este mundo y se presentó en casa de los Peralta, solo con una maleta cargada de ilusión, pidiendo una oportunidad. Don Ángel le abrió las puertas y desde entonces fue su maestro y su apoderado. Comenzó a domarse los potros que utiliza en la plaza y tras ocho años de preparación, ha dado el salto a las grandes ferias. El 29 de febrero debuta en Castellón.

--El año pasado triunfó en Valencia, Sevilla, Nimes, Alicante, Bayona, Dax, Almería, Zaragoza… ¿2015 ha marcado un antes y un después en su corta carrera?

--Sí. Ha sido un año muy completo, con muchos triunfos y entrando en carteles fuertes. Llevo cuatro años toreando y no había sido hasta ahora el momento de dar ese salto. Ahora he podido compartir cartel con los rejoneadores más importantes del momento.

--¿Hay que tener mucho carácter para lidiar en un mundo de hombres como es el taurino?

--El carácter es imprescindible en este mundo, pero no porque esté compuesto por hombres, sino por las peculiaridades que lo envuelven. Es mágico, pero muy especial, donde las puertas están muy cerradas, donde hay que ganarse el sitio a base de constancia, esfuerzo, carácter...

--¿Cómo es la nueva Lea Vicens que veremos en Castellón?

--He ganado en técnica, en poder asegurar los triunfos, también he ganado credibilidad y seguridad en mí misma, ya que he matado bien los toros algo que siempre había sido mi punto débil.

--¿Veremos algún caballo nuevo en la plaza de Castellón?

--Ahora estoy preparando dos para este año que son Deseado, un lusitano que saldrá en el tercio de banderillas, y Sesar, de salida, es un árabe puro de cinco años. Mi cuadra es mi máxima satisfacción, pues la he creado yo.

--¿Cómo afronta este 2016?

--Con la incorporación de Simón Casas como apoderado.Me ilusiona este proyecto. Creo que va a ser un gran año.

--Cuando echa la mirada atrás, ¿ve que ha valido la pena?

--Llevo toda la vida montando a caballo. Todo vale la pena para estar en este mundo taurino que es mágico. H