La plaza de la Iglesia cerró el domingo la octava edición del Festival d’Estiu de Torreblanca con un concierto único dedicado a la música norteamericana a cargo de la Orquesta Eutherpe dirigida por Francisco Valero-Terribas.

La primera parte del festival se inició con la obertura de la ópera Candide, del compositor Bernstein. A continuación Rhapsody in Blue, quizás la obra más famosa de George Gershwin, de marcadísima referencias jazzísticas, en la cual participó el pianista Óscar Oliver. La segunda parte cerró con la muy popular Sinfonía del Nuevo Mundo, construida sobre temas americanos por el compositor checo Antonin Dvorák.

La plaza de la Iglesia mostró un lleno absoluto en el concierto. Desde la Fundación Amadeu Fabregat señalaron «que se desbordaron las previsiones de asistencia y se agotaron todas las sillas disponibles, calculamos que 1.200 personas disfrutaron del evento, dato muy sorprendente en una población de 5.500 habitantes, aunque somos conscientes de la buena respuesta entre turistas y vecinos de poblaciones limítrofes».

En el 2019 se han incorporado como colaboradores al Ayuntamiento de Torreblanca, la Diputación de Castellón y la Obra Social la Caixa.