En pleno centro de Madrid se encuentra una de las sastrerías de toreros más emblemáticas, la de la Maestra Nati. Un siglo vistiendo a las máximas figuras del toreo y bordando esa segunda piel del torero, con los hilos dorados de la ilusión. En su taller se confecciona estos días un vestido muy especial, el que lucirá Vicente Soler el día de su alternativa en la próxima Feria de Castellón. Azul marino y oro, un color poco común para esta ceremonia en la que la mayoría de toreros, se decantan por el blanco. “Es un color que me gusta mucho y además, he elegido un bordado muy parecido al que puso de moda Manzanares en su momento, que es de una gran belleza y elegancia”, asegura el propio Vicente Soler, que no tiene reparo ni superstición a la hora de desvelar uno de los secretos mejor guardados.

La Maestra Nati está acabando de montar todas las piezas de esta obra de arte, bordada en su totalidad a mano durante un mes de duro trabajo. “Es un vestido precioso y a Vicente la favorece este color”, asegura Isabel, conocida como Nati porque así se llamaba su madre, la que le enseñó este oficio tan artesanal. “Mi ilusión es que triunfe, porque sé que yo también habré puesto mi granito de arena. Sufro mucho por estos jóvenes. Sólo hay que verles la cara de felicidad cuando vienen a probarse el vestido”.

No es la primera vez que Soler elige la sastrería Nati para vestirse. El terno corinto y oro con corazones belmontinos que lució la pasada Magdalena, también fue confeccionado en estos talleres de la calle Jardines. “Su padre Soler Lázaro ya se vistió aquí, es muy bonito que ahora venga su hijo también”, apunta Isabel.

“Para un torero, el vestido de la alternativa es algo muy importante. Me hace mucha ilusión estrenarlo y poder ir vestido como una figura cuando me vea al lado de dos grandes toreros como Padilla y Paquirri”, concluye el propio torero Vicente Soler. H