Sublime. Aplastante triunfo de los Mallorca Gay Men’s Chorus en el teatro municipal Francesc Tárrega de Benicàssim. Sin dudarlo fue uno de los mejores espectáculos que han pasado por el recinto benicense.

Voces de oro (todos ellos de la ópera de Palma de Mallorca) ofrecieron un recital de canto coral que se convirtió en una simbiosis de opera, pop, rock y las canciones más populares y televisivas del momento. Bajo la dirección de Joan Laínez, el coro demostró un virtuosismo mágico en el que la tinta vocal y el magisterio en el pentagrama bordaron la perfección más absoluta en un viaje musical a los sueños, a las esperanzas y a un destino común en busca de la igualdad. Por supuesto, no faltaron las reivindicaciones y peticiones del colectivo LGTBI, pero siempre desde una exquisitez bárbara y una puesta en valor del arte y la belleza.

Canciones de corte sentimental y emotivas, como la dedicada a Xavi, un miembro del grupo fallecido recientemente, una recreación fascinante del Jorobado de Notre Dame, o como una parodia del festival de Eurovisión, y así hasta más de dos horas de espectáculo que puso en pie a un público enfervorizado delante de unos maestros del canto.

Hay que destacar la formidable escenografía del espectáculo, con unas proyecciones sobre cortina, que no eran rasgadas sino la plenitud de la fantasía y la imaginación. Los Mallorca Gay Men’s Chorus demostraron una calidad artística sin precedentes, con la profesionalidad de unos excepcionales cantantes que inundaron con melodía de ángeles la noche benicense. Calidad a la vez, que una diversión asegurada.

el marco, el QUEER FEST // El concierto significaba el acto central del Queer Fest que se está celebrando estos días con motivo del día del orgullo LGTBI. Más allá del carácter reivindicativo del arco iris, los Mallorca Gay Men’s Chorus enseñaron el camino hacia un mundo mejor a través de un canto coral que se elevaba al cielo como oración y súplica.

La última de las canciones que interpretaban, Color esperanza, fue el himno que avala y sostiene la posibilidad de una sociedad libre. La prueba de ello es el recuerdo que tuvieron los integrantes hacia las personas refugiadas de Siria. «Querer que se pueda, quitarse los miedos, sacarlos afuera, pintarse la cara color esperanza».