La Historia del Arte lo confirma. Desde finales del siglo XIX, el interés por el mundo del circo llevó a numerosos artistas a plasmar en sus lienzos imágenes de payasos, acróbatas, saltimbanquis, malabaristas. ¿Por qué motivo? Al parecer, estas figuras eran un símbolo de la contestación social del artista de vanguardia, y a la vez un emblema de su soledad, del sufrimiento humano, de la incomunicación y de su exclusión.

Pablo Picasso, el más universal de los artistas españoles, no fue ajeno a ese universo. Dicen que en 1887, cuando aún era un adolescente, quedó fascinado por el encanto de Rosita del Oro, amazonas del Circo Tívoli de Barcelona, quien le abrió las puertas al mundo mágico del circo, si bien el malagueño tuvo oportunidad de adentrarse en su cotidianeidad, en el día a día de los payasos y saltimbanquis, siendo testigo de sus incesantes entrenamientos, sus dificultades y alegrías.

Este sábado, 20 de febrero, a las 18.00 horas, el Teatre Principal de Castelló será escenario de una especie de reencarnación de ese universo onírico circense de la mano de La Maquiné, compañía que presenta su espectáculo Acróbata y Arlequín, una pieza que en el último año ha recibido algunos de los más prestigiosos reconocimientos de los festivales de nuestro país.

Finalista en los Premios Max 2020 en las categorías de Mejor Espectáculo para público infantil, juvenil o familiar, así como de Mejor Diseño de Iluminación y de Vestuario, recibió el galardón al Mejor Concierto Pedagógico en el Fest Clásica 2020 y el Premio FETEN 2020 a la mejor caracterización, ambientación y vestuario. Todos estos laureles confirman la ardua tarea llevada a cabo por Joaquín Casanova y Elisa Ramos, artífices de la compañía granadina cuyos trabajos destacan por el uso del lenguaje plástico, gestual y musical como principal motor.

Una obra para todos

Acróbata y Arlequín se presenta, pues, en Castelló, como una obra escénico-musical inspirada en el universo del circo de Pablo Picasso durante el conocido como «Periodo rosa» (1904 -1907) y la música de las primeras vanguardias a través de los compositores franceses Erik Satie y Francis Poulenc, si bien, como se sabe, el circo seguirá siendo un tema al que el artista malagueño vuelve regularmente en relación con los sucesos de su vida y de su juventud hasta el momento antes de la muerte

Recomendado a partir de los cuatro años, esta obra para toda la familia ofrece canto lírico, piano en directo e interpretación teatral de actores, títeres, sombras, objetos y proyecciones, fruto de esa conjunción que La Maquiné ha ido desarrollando entre diferentes géneros «en un intento de romper los estereotipos en torno a la ópera, la música y el teatro», como ellos mismos aseguran. La intención, aseguran, «es despertar en los más pequeños el gusto por la música e iniciar el camino hacía el mundo de la lírica desde una perspectiva no convencional».

Una obra, en definitiva, para soñar, reír y disfrutar en familia.