La Compañía Lírica Ibérica presenta el 1 de junio en el Auditorio Leopoldo Peñarroja de la Vall d’Uixó (18.00 horas) el musical familiar Oliver Twist, el pequeño huérfano, basado en la obra de Charles Dickens, un relato magnífico y trepidante donde las emociones son el hilo conductor del relato.
El montaje, renovado, cuenta con dramaturgia de Estrella Blanco, dirección de José Luis Gago y música original de Gonzalo G. Baz. Una producción para todos los públicos con nuevas canciones y libreto de estreno, con el objetivo de llegar al mayor número de personas, con un mensaje de alegría y confianza en el futuro para todos los niños del mundo. Porque, al contrario de lo que todo el mundo piensa, la de Oliver Twist es una historia feliz, y en ese encuentro hacia esa felicidad se exhibe su vida como un cúmulo de aventuras diversas, que aunque duras y dificultosas, pueden mostrar desde un planteamiento agradable.
La producción que se podrá ver en la Vall toma sobre los escenarios el relevo, cual herencia, a medio camino entre las grandes producciones y los montajes más íntimos que han tenido como protagonista al pequeño personaje, sacado de la iconografía victoriana del universo tan personal de Dickens. Un clásico que ha sido llevado al cine en numerosas ocasiones, entre las que destacan tres; la primera, en 1948, cuando David Lean realizó la que probablemente sea la versión más fiel al libro; la de 1968, con la que Carol Reed ganó dos Oscar (mejor película y mejor director) con el magnífico musical Oliver; y la más reciente, la versión de Roman Polanski, en el 2005.
Pero es sobre las tablas donde Oliver Twist toma el mando, desde que en 1960 se estrenara en el West End de Londres Oliver!, de Lionel Bart, ya en clave musicada. Tres años más tarde, en 1963, llegó a Broadway, dejando el saldo de tres premios Tony.
Y en todas ellas, cuenta la historia de un huérfano en busca de mejores días y que se enfrenta a la dura ley de las calles de Londres recordando tantas historias de jóvenes que tratan de salir de ese mundo marginal en pleno siglo XXI, huyendo de las personas tóxicas que les rodean.
